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Cuando un actor dirige y protagoniza su propia película, siempre se corre el riesgo de que el resultado sea un vacuo y olvidable vehículo de lucimiento para el histrión en cuestión. No es el caso de la opera prima del neozelandés Russell Crowe, quien logra un digno resultado en su debut detrás de las cámaras.
Inspirada libremente en el libro escrito por Andrew Anastasios y el Dr. Meaghan Wilson-Anastasios, Crowe da vida a Joshua Connor, un granjero que vive en Australia, y cuyos hijos se perdieron en la batalla de Galipoli, que tuvo lugar en Turquía durante la Primera Guerra Mundial, y se cree que desparecieron en acción. Cuando su esposa fallece, Connor decide emprender un viaje a Estambul con el único fin de localizar el lugar donde sus hijos se encuentran, y traerlos de vuelta a su hogar. Durante su viaje (el cual casi todos creen que es una necedad) se encontrará con una cultura distinta a la suya, varias dificultades, aliados inesperados y sorpresivos descubrimientos que no solo arrojarán luz sobre lo acontecido años atrás, sino que renovarán sus esperanzas.
Promesa de vida es un drama atractivo y emocionante, tanto por la interpretación de sus protagonistas, como por las dosis de acción y tensión que contiene, las cuales están administradas de forma correcta y justa para que el ritmo de la trama no decaiga. Pero sobre todo, es una entrañable historia de un hombre que movido por el dolor de la pérdida, encuentra lejos de su patria no solo a quienes comparten su sentir, sino que también se revela ante él la belleza exótica de otros lugares y su gente que terminan por conquistarle y que; aunada a las revelaciones del pasado le brindan nuevos anhelos que le den motivos para seguir viviendo.
Mención aparte merece el excelente trabajo fotográfico del australiano Andrew Lesnie (recientemente fallecido), quien participase en la trilogía del El señor de los anillos; y cuya aportación contribuye a enriquecer el ambiente de exotismo que colma al filme, al mismo tiempo que logra acentuar los momentos dramáticos al crear atmósferas impresionantes sino es que aterradoras (como pasa con una tormenta de arena clave en el relato, o la recreación de la legendaria batalla de Galipoli). Por otro lado, la música compuesta por su paisano David Hirschfelder, con temas adicionales de Ludivico Einaudi, Richard Tognetti, Lisa Gerrard y la colaboración de Kris Fogelmark son el apropiado complemento a las poderosas y seductoras imágenes creadas por Lesnie.
Así, el debut de Russell Crowe resulta una película estimulante, influenciada por los filmes de aventura y melodrama al estilo del David Lean de Lawrence de Arabia o Pasaje a la India. Una opción que brota en la cartelera comercial, como el agua refrescante de un pozo en el desierto.