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Morrissey 25: Live, It Just Wasn’t Like the Old Days Anymore

Morrissey 25: Live, It Just Wasn’t Like the Old Days Anymore

05/Sep/2013

Este año cumple 25 años ese mítico concierto en el Civic Hall de Wolverhampton, mismo que despidió a The Smiths y abrazó a Morrissey como solista; documento audiovisual que pertenece a un limitado expediente sobre veneración, adulación y fervor hacia un músico.

Los que hayan visto ese concierto, filtrado en su totalidad hace apenas unos meses, quienes entienden sus letras, su obra, los que lo han visto en vivo y  han seguido a la leyenda de Manchester, saben que la devoción hacia Morrissey va mas allá que la de cualquier artista.

25 años después, Morrissey regala un nuevo documento audiovisual en Hollywood High que dista mucho de lo que nos tiene acostumbrados. No es una de sus mejores presentaciones, ni tampoco una justa valoración y celebración a una de las carreras más honestas y elocuentes de la música; pasaron 9 años para que Morrissey lanzara nuevo concierto en video y parece que no fue una de sus excelente idea, no porque sea un mal concierto, sino por la suma de factores negativos que se juntaron.

El documento no le rinde el homenaje, reconocimiento y el crédito que merece, y la persona que no esté familiarizada con el artista, encontrará un concierto que peca de poco emotivo (algo inconcebible en un concierto de Morrissey). Aquí algo de lo que salió mal en Hollywood High:

  1. Su 25 aniversario se empalma con su última y frustrada gira llena de cancelaciones y enfermedades.
  2. La frialdad e incapacidad para transmitir emoción a la pantalla grande del director James Russell.
  3. La falta de emoción por parte de la agrupación, incluido a un tibio Boz Boorer que se nota cansado y aburrido.
  4. El recinto y el público: Hollywood High en Los Ángeles. Un lugar con una capacidad para 2,000 personas, con el afán de buscar un espacio íntimo para la celebración. El problema: sillas y la poca movilidad que éstas ofrecen al público para su descargar esa agitación y entusiasmo que es tan común y característica en sus presentaciones.
  5. A pesar de la buena calidad de su voz en este concierto, Morrissey se ve desanimado, débil y enfermo por momentos. No se le ve energía en el escenario. Cabe mencionar que después de esta presentación, sólo dio dos más debido a la enfermedad que lo atacó y que lo obligó a cancelar el resto de la gira.

It just wasn't like the old days anymore…

Poca interacción con el público, cuatro cambios de camisa y dos ofrecidas al respetable, un cover a Frankie Valli, dos canciones “nuevas”, cinco de The Smiths y un stage invasion en el encore con “The Boy With The Thorn In His Side”.

Hay momentos brillantes en el concierto como la agresividad de “Irish Blood, English Heart”, la belleza en “November Spawned A Monster”, la oscuridad de “Maladjusted”, “Speedway” y su breve, tétrico y bello momento al incluir una parte de “Asleep”. La nostalgia de “That Joke Isn´t Funny Anymore”, la perfección de “Please, Please, Please, Let Me Get What I Want” y la emotividad en “Everyday Is Like Sunday”, pero la realidad es que debido a los factores mencionados anteriormente, el concierto no logra cautivar y no parece ser una celebración a sus 25 años sino un concierto gris, frío y para el olvido.

Pero pocos artistas se han levantado tantas veces como Steven Patrick Morrissey. Un ser nacido para sufrir, para escribir y para cantar. Ahora que transita entre el desempleo, la enfermedad, la mala suerte, la ausencia de un sello discográfico, de un disco, de una gira, con una agrupación que no se compara a lo que le ofrecían colaboradores como Alain Whyte y Gary Day y con una autobiografía estancada desde hace varios años, parece que el futuro para Morrissey es incierto y gris.

Este es el peor año en su carrera que ha estado plagado de nubes negras y mala suerte pero no es el final. Aún le quedan un par de discos brillantes bajo la manga pero necesita descansar, repensar las cosas, enderezar el barco y empezar de nuevo como lo hecho en varias ocasiones. Nosotros lo seguiremos esperando hasta el final.

There's a light that never goes out...