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La directora de origen hindú, Shonali Bose, saltó a la fama con su primera película Amu de 2005, sobre una joven que, tras años de vivir en el extranjero regresa a la India con el propósito de redescubrir sus raíces. Casi diez años más tarde, dirige (en colaboración con el cineasta Nilesh Maniyar) su segundo trabajo en donde nuevamente una joven es la protagonista.
Margarita con popote se centra en Laila, estudiante destacada de la Universidad de Delhi y poseedora de una especial sensibilidad musical. Ella sufre de parálisis cerebral, pero esto no ha sido impedimento para llevar una vida similar a la de sus compañeros… aunque su condición le ha acarreado varios disgustos por la condescendencia con la que en ocasiones es tratada en dicha institución, además de que siente que su discapacidad ha sido un obstáculo para desarrollar una vida sentimental y sexual plena.
Gracias a la obtención de una beca, tiene la posibilidad de continuar sus estudios en Nueva York, y decide trasladarse allí junto con su madre, en un afán de cambiar de aires y poder tener un nuevo comienzo. Al llegar allá, ante ella se extiende un abanico de posibilidades que le permitirán no solo satisfacer sus diversos deseos, sino explorar a fondo su sexualidad y descubrir sus verdaderas preferencias en ese terreno.
La cinta es un cándido y entrañable relato sobre las incertidumbres y conflictos propios de la juventud, pero que en el caso particular de la protagonista, se vuelven un poco más difíciles de resolver debido a su condición. Sobre todo porque no solo esta en busca de su identidad sexual, sino que también intenta reafirmarse como una persona independiente y de libre albedrío. Lo que le acarreará conflictos con su familia, sobre todo cuando es seguro que sus inclinaciones sexuales no serán muy bien recibidas por ellos.
En resumidas cuentas, el filme ensalza a través de su formidable personaje central la importancia de la unión, comprensión y solidaridad familiar, pero también hace énfasis en temas como la inclusión, la equidad, la honestidad, el valor, la fortaleza y sobre todo; en el derecho que todos los seres humanos tienen de vivir una vida digna en total libertad y plenitud, más allá de su condición física, social, religiosa, económica y sexual.
Esta película forma parte del ciclo de cine, Talento Emergente.