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Opera prima del director mexicano Alonso Ruizpalacios, la recomendación cinéfila de hoy es Güeros. La película comienza con la travesura de Santos (Sebastián Aguirre) quien, en algún lugar de Veracruz, lanza un globo desde lo alto de un edificio a una vecina que lleva a su bebé en carreola. La mamá de Santos, cansada de las travesuras de su hijo, lo manda con su hermano "El Sombra" (Tenoch Huerta).
"El Sombra", quien vive junto a su amigo Fede (Leonardo Ortizgris), se encuentra en un estado de inmovilidad. Sin poder estudiar debido a “una” huelga que se lleva a cabo en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde estudia, y sin ganas de unirse al movimiento, ni de trabajar o hacer algo más fuera de su aburrida cotidianidad. Él y Fede reciben a Santos, quien provocará muchos cambios en su círculo.
Un apartado de gran disfrute es el musical. Santos, en su estadía en Ciudad de México, se encuentra con una nota de periódico en la que se entera de la enfermedad de su ídolo musical, Epigmenio Cruz. La historia nace de una anécdota verídica que Ruizpalacios evoca de Bob Dylan, quien fue en búsqueda de su ídolo Woody Guthrie al enterarse de la enfermedad de éste en sus últimos años.
Sin embargo ni Dylan ni Cruz (personaje ficticio de la cinta) musicalizan la cinta, lo que sí sucede con Agustín Lara, cuya música –aunado al aspecto visual– sirve para desubicar al espectador sobre la temporalidad de la cinta.
Ganadora del premio a Mejor Opera Prima del Festival Internacional de Cine de Berlín, y del premio Horizontes Latinos del Festival Internacional de Cine de San Sebastián –entre otros–, Güeros es ante todo una cinta entretenida. Filmada en formato 4:3 y con bella fotografía en blanco y negro, la cinta de Ruizpalacios usa como excusa una huelga de la UNAM (que parece la del ’68, también la del ’99) y la búsqueda de un ídolo musical de la infancia de El Sombra y Santos, para plantear la propia búsqueda en la juventud del camino a seguir.
Pensada como una road movie, Güeros resulta un divertido viaje por la enorme Ciudad de México. Paseamos por el poniente, por el centro y Ciudad Universitaria, entre otros puntos. Nos encontramos con las particularidades de cada zona y con los prejuicios. El propio término “güeros” se usa como término despectivo de quienes “no son gente de calle”.
Güeros llega ya a los cines para enfrentarse a la prueba más importante: el público. ¿El pronóstico? Éxito, ya que la cinta es de lo mejor que se ha estrenado en los últimos años en México, y eso que ha habido muy buenas cintas.