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Dios sí existe, y es un neurótico y mezquino que vive enclaustrado en un departamento en Bruselas donde se dedica a idear nuevas formas de atormentar al ser humano por medio de la invención de una serie de fatalidades y reglas para hacerle su existencia lo más miserable posible. Todas sus ocurrencias las registra en su computadora divina. En sus ratos libres, se la pasa bebiendo, viendo deportes por televisión y hostigando a su familia.
Cansada de esta situación, Ea -su hija de 10 años- decide un buen día rebelarse en contra de su padre. Siguiendo los pasos de su hermano mayor J.C., escapa al mundo mortal en busca de seis apóstoles que le ayuden a escribir una renovada versión del Nuevo Testamento. Pero antes de fugarse, sabotea a su progenitor y le envía un mensaje de texto a todos los habitantes de la Tierra en el que le revela a cada uno de ellos cuánto tiempo le resta de vida.
Tras cuatro años de estar alejado de la pantalla grande, el cineasta belga Jaco Van Dormael -Toto, el héroe; El octavo día; Las vidas posibles de Mr. Nobody- regresa con una surrealista, negra y un tanto irreverente comedia, donde se explora cómo reaccionaría la humanidad si todos supieran con precisión cuándo van a morir, y los distintos comportamientos que este hecho originaría, representados a través de un variopinto grupo de personas, dirigido por una milagrosa niña acompañada de su inseparable vagabundo/escriba, la cual intenta llenar sus vidas con aquello que les hace falta, y también ayudarlos a encontrar la música que se esconde en sus corazones.