Danny Boyle, un hombre humilde #GIFF2013

Danny Boyle no necesita presentaciones, de cierta manera una palabra lo define, una palabra hace que miles se pongan de rodillas… Trainspotting. Pero sobre todo una palabra suya basta para hacernos recobrar la fe en el cine.

A la entrada del director inglés al Auditorio de Guanajuato, para su conferencia magistral dentro de las actividades del jueves en el GIFF, encontró a un público receptivo que lo acogió aplaudiendo eufóricamente y de pie. Una de las primeras cosas que Boyle confesó para romper el hielo, fue su fanatismo por la música; su tránsito desde el punk y reggae hasta lo electrónico y de regreso. De igual modo, declaró que una de las primeras películas que lo inspiró fue El Topo de Alejandro Jodoroswsky.

Con una personalidad humilde aunque bastante extrovertida, Boyle no dejó de señalar su admiración al cine mexicano, en particular al filme Heli del director guanajuatense Amat Escalante. Como era de esperarse, el director de Sunshine y Trance, nos habló de su particular visión sobre el cine: una estética independiente, old school, oscura; que por el simple hecho de existir expone los excesos sosos del cine hollywoodense como lo que son, una visión muchas veces risible. “Me van a matar por lo que estoy a punto de decir pero no soy fan de Star Wars. Un día llegó y cambió toda la industria, todos se obsesionaron con ese cine. Yo me perdí eso”, destacó el realizador.

Las enseñanzas de Boyle no cabrían en una simple nota, porque este hombre charlador, que cuando se refiere a su obra siempre habla en plural, es de los pocos que han logrado sustentar sus palabras con la imagen cinematográfica: “Hemos sido muy afortunados. Los primeros filmes que hicimos fueron en casa. Siempre tratamos de hacer películas independientes, películas en las que creemos…”