Entrevista con Michel Franco #TagCDMX

Una conversación con Michel Franco desde el Tag.

Fotografía: David Casarrubias

Desde hace unos años, Michel Franco se ha convertido en uno de los nombres que recurrentemente suena en Cannes, pues tres de sus obras han sido reconocidas en tan prestigioso festival. Hace unas semanas se presentó en TagCDMX para contar su experiencia como cineasta ante un grupo de jóvenes que no dejaron de hacerle preguntas al mexicano.

Sorprendido por la respuesta del público en TagCDMX, Michel nos cuenta: “La verdad me sorprendió, todas las preguntas fueron directas, inteligentes, me gusto la reacción, sentí  una cercanía, este tipo de intercambio con estudiantes y gente que se quiere dedicar a los mismo que tú me parece muy estimulante, siempre aprendo de la reacción del público joven ante mi trabajo”.

El rodearte de gente inteligente y tener ideas claras, darán como resultado una buena película y excelentes resultados en lo que sea que hagas, así lo comenta cuando le preguntan sobre cómo ha logrado el éxito como director y productor cinematográfico, a sus 36 años.

“Más allá de las escuelas es tener de cerca a gente que admiras, no parar de hacer cortometrajes. A mi me ayudó mucho, la intuición, suena trillado pero echando a perder se aprende”.

Entre sus trabajos destacables se encuentra Después de Lucía, una película sobre la pérdida de un familiar y de los jóvenes ante el bullying, la cual presentó en 2012 en Cannes.

Ese mismo año Tim Roth (quien era parte del jurado en Cannes) aplaudió su cinta y creó con el director mexicano una amistad que lo convertiría un par de años después en protagonista de su siguiente filme: Chronic, el cual relata la vida de un enfermero que cuida a personas en etapa terminal.

Pero si algo mueve a este reconocido cineasta, no es precisamente los premios que pueda o no ganar, sino la empatía y el estudio de las relaciones humanas más profundas, así como temáticas de carácter social que lo inspiran a crear historias.

Franco recordó durante el TagCDMX, las dificultades que ha tenido para poder hacer sus filmes. “Después de Lucía, por ejemplo, terminó de grabarse con una 7D, hacer una película con una cámara para foto es complicado, el dinero sí es una limitante pero no debe impedirte realizar algo”.

El director y productor inicialmente quería ser músico, pero al ver que los instrumentos musicales “no eran lo suyo” dejo de lado esa disciplina y ahora solo se inspira de ella para escribir. “Escucho música todo el tiempo, jazz, clásica y rock, me gusta mucho escribir mientras tengo música de fondo”.

“Siento que apenas está empezando mi carrera y que apenas estoy probando cosas, mis cuatro pelis son similares en forma y tienen interrelación y temática,  sé que también seguiré equivocándome pero eso es el chiste en un cineasta, no parar y seguir intentando”, comenta, agregando que tiene muchas ganas de darle un giro a su estilo y comenzar a escribir comedia.

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