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Macabro FICH 2015: Día Cinco
30/Ago/2015
Los retorcidos caminos que la mente a veces toma, fue el hilo conductor de las películas que pudieron verse en este quinto día del Festival Macabro.
En honor de Aleister Crowley, ocultista, mago y filósofo quien fuese considerado en su tiempo el hombre más perverso de Inglaterra y que se proclamase a sí mismo como La Bestia 666, la edición del Macabro este año incluye una sección en la cual se reúnen cintas de diversos años y procedencias, que de alguna manera buscan acercarnos a esas sociedades secretas o herméticas que estudian las artes ocultas o que practican la magia negra y que también son un referente obligado para la literatura y el cine de terror.
Dentro de este ciclo, se proyectó en la Cineteca Nacional The Black Cat (Estados Unidos, 1934) del director checo afincado en Hollywood Edgar G. Ulmer. Se trata de un filme de suspenso producido por los estudios Universal cuando estos atravesaban por su época dorada en lo que a cine de terror se refiere; y es protagonizada por dos de sus grandes estrellas de ese tiempo: Boris Karloff y Bela Lugosi. Esta fue la primera de ocho películas donde estos histriones harían mancuerna.
La historia narra la confrontación entre el doctor Vitus Werdegast (Lugosi) y el arquitecto Hjalmar Poelzig (Karloff), quienes en el pasado fueron grandes amigos, pero que a causa de la Primera Guerra Mundial dejaron de verse muchos años. Werdegast acusa a su ex amigo de traicionarle y de quitarle a su esposa e hija. Poelzig lo niega, y afirma que la familia de Werdegast lleva muerta mucho tiempo. Pero esto es mentira, ya que la hija vive y Hjalmar la tiene oculta, planeando sacrificarla en un ritual satánico. Enmedio de la pugna entre Werdegast y Poelzig, esta inmiscuida una pareja de turistas que llegaron allí por mera casualidad. Un clásico que aunque toma el título del relato homónimo de Edgar Allan Poe, poco tiene que ver con él.
Por la tarde, en esa misma sede se proyectaría una de las dos películas mexicanas que compiten en la Selección Oficial de Largometraje. Desde el más allá (2013) es el tercer trabajo del realizador Juan Carlos Blanco en el cual un grupo de jóvenes logran venderle a una importante televisora el concepto de un programa televisivo sobre hechos y apariciones fantasmales. Para grabar el piloto del mismo, se desplazan a una finca en Michoacán sobre la que se dice que pasan cosas muy extrañas, vinculadas con un rituales malignos celebrados allí años atrás. Al llegar allí, montan una serie de gadgets y efectos especiales que les permitan crear ambientes sobrenaturales para garantizar que el piloto sea impactante. Más tarde descubrirán que el horror que se oculta en esa finca es más escalofriante y real que lo que hubiesen deseado.
Desde el más allá es una interesante propuesta, que se apoya tanto en nuevos rostros como en otros ya más conocidos y experimentados (como Gabriela Roel, Ignacio Guadalupe o Antonio Monroi) para crear un relato que empieza como un comentario cáustico acerca de esos programas pocos serios que buscan explotar la superstición y las creencias de las personas a cambio de obtener éxito y beneficios comerciales. Pero en su segunda mitad se transforma en un slasher movie con toques sobrenaturales. al final de la función estuvieron presentes el director y parte del elenco artístico para intercambiar comentarios con el público asistente que abarrotó la sala.
Para concluir la jornada y continuando con las actividades en la Cineteca, se exhibió Necrofobia (Argentina, 2014), otra de las peliculas que forma parte de la sección competitiva. Dirigida por el bonaerense Daniel de la Vega, se centra en Dante, un sastre que tras una crisis matrimonial y el deceso de su hermano, ha quedado muy perturbado y se agudiza en él una fobia hacia todo aquello que tenga que ver con la muerte. Pero se suscitan una serie de horrendos asesinatos, y las víctimas estan vinculadas directamente con el sastre, quien busca esclarecer la identidad y motivaciones del asesino.
De la Vega desarrolla un interesante filme de suspenso con fuerte influencia del Giallo italiano, particularmente de Dario Argento y Mario Bava (a quienes agradece en los créditos finales de la película), en el que el personaje hundido en la zozobra y la desesperación; intenta esclarecer los crímenes y demostrar su inocencia, pero su realidad comienza a desmadejarse, y el mundo real y sus alucinaciones se entretejen en una intrincada telaraña de la cual parece que nunca podrá escapar.
