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Y para concluir oficialmente con las actividades de este año, se realizó una ceremonia en la que se dieron a conocer a los ganadores de las distintas secciones en competencia. Una lluvia pertinaz provocó que la clausura celebrada en el Museo de la Ciudad de México sufriese un retraso. Por fin apareció Remi Jackson, el payaso negro quien ya es presencia obligada en este evento. Tras una breve presentación, dio la palabra a la directora del festival, Edna Campos, quien agradeció el apoyo brindado por instituciones, patrocinadores, medios y público en general para logar que la edición de este año llegase a buen término.
A continuación se entregaron varios reconocimientos a los participantes del Macabro Lab, iniciativa del festival realizada en conjunto con la Sociedad Mexicana de Directores y la productora Nuevas Resonancias, que tiene como objetivo impulsar el desarrollo y producción de obras cinematográficas en los géneros de horror, fantasía y ciencia ficción; y se dieron a conocer a los ganadores del pitching Macabro Lab.
El primer lugar fue para Josué Alejandro Candia Treviño con el guión La Sangre Mancha, quien se hizo acreedor de un paquete de equipo de filmación, un seguro de producción y un paquete de postproducción. El segundo lugar fue para Miguel Ángel Macías Sánchez con el guión No has muerto camarada, que obtuvo un paquete de equipo de filmación, un seguro de producción y un paquete de postproducción. Y el tercer lugar recayó en Adán Alberto Domínguez Quiterio con el guión Luces Nocturna, quien ganó un paquete de postproducción.
Posteriormente se daría a conocer al ganador del Premio Macabro de Jade al mejor cortometraje mexicano de horror. El jurado integrado por Carlos Meléndez y Alfonso Malpica Brito escogieron a Sânge (2015) de Percival Argüero como el trabajo ganador, y asignaron una mención honorífica a Masacre en San José (2015) de Edgar Nito.
Por su parte, el jurado en la categoría de mejor cortometraje internacional, integrado por Oscar Olivares y Omar Hebertt otorgaron el Premio Macabro de Ónix a La ropavejera (España, 2014) de Nacho Ruipérez, así como una mención honorífica para Nua por dentro do couro (Brasil, 2014) de Lucas Sá.
Finalmente, el jurado integrado por Charles Pinion, Ulises Guzmán e Iván Contreras asignó el Gran Premio Macabro al mejor largometraje internacional para La casa en el fin de los tiempos (Venezuela, 2013) de Alejandro Hidalgo. Asimismo, se seleccionó como Mejor director de largometraje a Michael Medaglia por Deep Dark (Estados Unidos, 2015).
Para cerrar con broche de oro la ceremonia, y dar por concluido el festival; se proyectó la comedia Jorge y Alberto contra los Demonios Neoliberales (Argentina, 2014) de los hermanos Gonzalo y Hernán Quintana, en la que dos hechiceros y estudiosos de las artes ocultas y las posesiones demoníacas, son reclutados nada menos que por la presidenta de todos los argentinos, para rescatar a su hija que ha sido secuestrada por un culto satánico que pretende usarla en un ritual para hacer que el mal y el neoliberalismo se apoderen del mundo. Una comedia de bajo presupuesto, fársica y con tintes Gore.
Y con ello dio fin oficialmente el Macabro FICH 2015, con un buen balance tanto en asistencia como en la presencia de filmes internacionales de buen nivel e intensas actividades a lo largo y ancho de la ciudad. La locura que se adueñó en días pasados de la Ciudad de México se ha ido, y solo queda la nostalgia y el ansia por el próximo Festival…