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En el segundo día de actividades del GIFF 2016, dentro de la sección de Largometraje Internacional, fue posible ver en el Auditorio de la Universidad de Guanajuato (en una función que inició con media hora de retraso) la cinta franco-belga Muerte por muerte (Je Me Tue A Le Dire, 2016) del cineasta Xavier Seron.
Filmada en blanco y negro, es la historia de Michel, un hombre que guarda una estrecha relación con su madre quien vive sola y está enferma de cáncer. Rodeado de una novia cuasi-bipolar, un amigo un tanto chiflado, y un vecino con tendencias suicidas, la vida de este pobrediablesco personaje comienza a desmadejarse cuando las fobias de su progenitora infectan su mente, convenciéndole de que esta destinado a seguir sus pasos. Se trata de una comedia negra y ácida que reflexiona sobre los absurdos de la vida y de la muerte.
Más tarde, el país invitado acapararía los reflectores, ya que las principales actividades serían protagonizadas por artistas japoneses. Tal fue el caso de la primera de dos galas que se celebraran ese día: la Premier Latinoamericana de We Are X (Estados Unidos-Japón-Reino Unido, 2016) documental de Stephen Kijak sobre la banda nipona X-Japan, celebrada en el Teatro Juárez. Tras una alfombra roja y una breve presentación, el director de la misma subiría al escenario a presentar la película.
Al concluir la proyección, Yoshiki Hayashi (baterista, compositor y fundador de la banda) haría acto de presencia en el recinto y pasaría al frente para hablar un poco con Kijak acerca del documental y contestar las preguntas de los asistentes y sus fans allí presentes.
Inmediatamente después, iniciaría la segunda Alfombra Roja del día, esta vez precediendo a la gala en la cual se rendiría homenaje a otro de los invitados especiales del festival: el director nipón Masato Harada.
La primera actriz Diana Bracho presentó a personalidades diplomáticas, así como a la directora ejecutiva del GIFF, Sarah Hoch, quienes brindaron emotivas palabras al Maestro Harada y se proyectaría su respectiva video-semblanza. Luego, el autor subiría al estrado poco después para dirigir unas palabras al público, e iniciaría afirmando: “Hoy comenzó mi día increíble probando la mejor machaca con huevo de mi vida, y de ahí todo fue perfecto” y compartiría brevemente los recuerdos que atesora de sus grandes influencias cinematográficas tales como Yasujiro Ozu, Akira Kurosawa y Howard Hawks. Al término de su discurso, Hoch le haría entrega de la Cruz de Plata para reconocer su trabajo.
Tras concluir este homenaje, se procedió a la proyección de El emperador en agosto (Nihon no ichiban nagai hi ketteiban, 2015) su más reciente producción, en la que se muestran los hechos ocurridos en Japón durante la Segunda Guerra Mundial previo al discurso del Emperador Hirohito -también conocido como Shōwa- en el que anunciaba la rendición de este país frente a los aliados, y la tormenta desatada al interior de los mandos militares cuando descubren el sentir del emperador, e intentan a toda costa que pronuncie este discurso.
Ya entrada la noche y de forma paralela al homenaje de Harada, en la Alhóndiga de Granaditas Yoshiki efectuó un recital, en el que se hizo acompañar de tres violinistas y un cello mientras él ejecutaba al piano. Interpretó cuatro temas entre los que se encontraban clásicos del artista como Crucify My Love y Endless Rain, así como una personal versión del Cielito Lindo. Al término agradeció a la concurrencia y el músico prometió regresar pronto a nuestro país.
Y con esto finalizaron las actividades del día, pero el GIFF continúa…