Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Cuarto día de actividades del Festival Internacional de Cine de Morelia FICM, que inicia con la proyección –en la sala 1 del Cinépolis Centro– de Pacífico (México, 2016), ópera prima de la cineasta mexicana Fernanda Romandía, incluida en la Sección de Largometraje Mexicano, y centrada en un grupo de personajes encabezados por Oriente, Coral y Diego, cuyas vidas están entrelazadas por la construcción de una edificación monumental, y por ello conviven y comparten sus sueños y anhelos entre sí, en esta suerte de docuficción.
“Todo empezó porque estaba haciendo yo un documental sobre el registro de la obra, fui conociendo a estos personajes y lo empezamos a ficcionar, a que actuaran. Al final se hizo un guión… Cuando empecé a hacer el documental estaba buscando a unos personajes para alimentarlo y a la par de la construcción se fue ficcionando, fueron actuando, se empezó a complicar la idea de que ya no era un documental, que no estaba contando la obra sino que estaba contando la vida de estos personajes y así se fue modificando”, explicó la directora, quien junto con el productor Jaime Romandía, el diseñador de audio Martín Delgado y el actor Ricardo Cruz estuvieron presentes al final de la función para una sesión de preguntas y respuestas.
En esa misma sala, inmediatamente después se celebró la primer función de una de los filmes más esperados de este festival: La región salvaje, el cuarto largometraje de Amat Escalante (Heli, Los Bastardos, Sangre), cuya acción transcurre en Guanajuato -entidad donde el director vivió durante su juventud- y en el que dos mujeres exploran su sexualidad y el placer a través de una extraña y aterradora criatura. Un trabajo en el cual el cineasta se aventura por el terreno del terror, la ciencia ficción y el fantástico.
“En esta película, Gibran (Portela, el guionista) y yo habíamos escrito dos o tres versiones sin los elementos fantásticos pero no me sentía completo, satisfecho. Con la última introduje el campo, la escena de los animales (que aparece en la cinta) y cobró sentido lo que quería decir, supongo que es una metáfora de lo que estaban viviendo. Me gusta mucho la ambigüedad y es emocionante que puedan surgir tantas cosas a partir de ella.” detalló Escalante en la posterior conferencia de prensa, donde se hizo acompañar por los productores Jaime Romandía y Fernanda de la Peza; y los actores Edén Villavicencio, Ruth Ramos, Simone Bucio y Jesús Meza.
Ya por la tarde, en el Teatro Rubén Romero de Morelia se llevó a cabo una conferencia de prensa en el que la productora y distribuidora Mantarraya anunció la creación de la Escuela Superior de Cine - ESCINE.
Derivada de un proyecto creado cinco años atrás, conocido como el Taller Cinematográfico Mantarraya (y que culmina con 5 cortometrajes surgidos de allí participando en la presente edición del festival), la Licenciatura en Cinematografía promovida por ESCINE busca conectar las diferentes áreas de la producción, desde la formulación de la idea hasta las etapas finales de posproducción y distribución, garantizando un espacio de aprendizaje, conocimiento y práctica cinematográfica.
La carrera tiene una duración de 12 trimestres (tres años) y está diseñada para un grupo de 18 alumnos quienes podrán ingresar por medio de un examen de admisión desarrollado en dos etapas. Y se invitó a los interesados a consultar la página www.escine.mx para más detalles.
Al caer la noche, en Cinépolis Centro se celebraría la alfombra roja y función de gala de Sully: la hazaña en el Hudson (Estados Unidos, 2016) de Clint Eastwood, la cual narra la historia del famoso piloto estadounidense que logró maniobrar un avión descompuesto y aterrizar sobre el río Hudson para de ese modo salvar las vidas de sus 155 pasajeros. El actor Aaron Eckhart es uno de sus protagonistas, y estuvo presente tanto en la alfombra como en la proyección.
Eckhart compartió sus experiencias en torno a Sully: “Al igual que Tom Hanks y Clint Eastwood, me vi muy afectado por el 11 de septiembre tanto como cualquier otro ciudadano estadounidense. Era el temor de ver volar un avión sobre Nueva York a 3 mil pies de altura y pensar que podría repetirse la historia. Luego de 15 años la gente no se recupera del ataque, todavía es algo muy reciente en nuestra mente y en nuestras vidas. Cuando vimos ese avión aterrizar nos dimos cuenta de que no era un acto de terrorismo, sino una historia de heroísmo de un piloto que había hecho todo lo posible por salvar a la gente que estaba en el avión”.
El director del FICM, Alejandro Ramírez, agradeció la presencia del actor Aaron Eckhart y lo invitó a develar la butaca que lleva su nombre, con la cual el Festival Internacional de Cine de Morelia reconoce a sus invitados distinguidos y más cercanos.
De forma simultánea, en la sala 5 del mismo complejo se proyectarían cinco cortometrajes que forman parte de la sección especial del Berlinale Spotlight. Previo a la función se leyó un mensaje a nombre de los organizadores del Festival de Cine de Berlín: “Desde 1955 el Festival de Berlín entrega los Osos de Oro a los mejores cortometrajes, cada año se seleccionan entre 25 y 30 trabajos, la mayoría de ellos son estrenos mundiales que muestran distintas tendencias artísticas”.
Los cinco cortos que se mostraron fueron Jin Zhi Xia Mao (Taiwán, 2015) de Chiang Wei Liang, Balada de um Batráquio (Portugal, 2016) de Leonor Teles, Notre héritage (Francia, 2015) de Jonathan Vinel, en colaboración con Caroline Poggi, Personne (Alemania, 2016) de Christoph Girardet y Matthias Muller y Reluctantly Queer (Ghana-EUA, 2016) de Akosua Adoma Owusu.
Y para cerrar con broche de oro la jornada, durante la noche se exhibió Grave (Raw, Francia-Bélgica, 2016) de la cineasta Julia Ducournau. Un largometraje precedido de una gran polémica, debido a los rumores acerca de su presentación en el Festival de Cine de Toronto, donde se dijo que muchos de los asistentes se desmayaron debido a sus fuertes escenas. Esto hizo sino acrecentar la curiosidad del público, el cual abarrotó la sala a pesar de que la proyección iniciara alrededor de las 23:30 horas.
Si bien en la función no se dieron desmayos ni nada parecido, la película no decepciona, al ser un inquietante relato sobre una jovencita inducida al vegetarianismo desde temprana edad, pero cuando ella ingresa a la carrera de veterinaria y prueba la carne por vez primera, despierta en su ser una segunda naturaleza, más salvaje e incontrolable, que la conduce a la lujuria y al canibalismo. Un –por momentos delirante– filme de horror y gore donde se exploran tanto las pulsiones más oscuras del humano, como la femineidad más irrestricta e irrefrenable. Sin duda uno de los mejores estrenos en esta edición del FICM.
Y con esto concluye la cobertura especial del día a día del festival. Pero muy pronto aparecerán algunas entrevistas y notas exclusivas sobre lo acontecido allí, así como reseña de algunas de las películas que conformaron esta decimocuarta edición.