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La talentosa artista teatral Sandra Becerril presentó su largometraje Están aquí durante la tercera edición del festival internacional de fantasía, horror y sci-fi, el Feratum Film Fest, una adaptación de su puesta en escena que lleva el mismo nombre. La obra de teatro ha tenido un desempeño exitoso desde su estreno en el 2010, sin embargo no pudo encontrar su forma en la pantalla grande.
Inspirada en la novela La Guerra de los Mundos de H.G. Wells, y su polémica adaptación en la radio por parte de Orson Welles y su Mercury Theatre en 1938, lo que causó un pánico masivo entre la audiencia que pensaba que realmente estaba ocurriendo una invasión extraterrestre. El filme de Becerril pretende analizar el estado de psicosis que puede alcanzar una persona a partir de conflictos interiores y cómo es posible “contagiar” a otros con esta condición, especialmente cuando los sujetos se encuentran encerrados en un espacio pequeño y están completamente aislados del mundo exterior, de la realidad.
Andrés (Andrés Guizar) somete a su familia a un encierro de este tipo cuando alucina una invasión alienígena. Las voces en su propia mente se manifiestan, según él, a través de reportajes sobre la radio que informan a la sociedad sobre los eventos de esta guerra entre los mundos. Secuestrados en un sótano con algunos víveres, los miembros de la familia que acompañan a Andrés en su locura son su esposa, su suegro (Alfredo Gurrola), su hijo Ed (Sid Ney García) y una amiga del muchacho (Marilú Robledo). Después de “varios días” de encierro, la condición de todos los afectados se ve seriamente deteriorada, finalmente compartiendo un estado de locura extremo.
Filmar todo un largometraje en una sola locación, un solo cuarto básicamente, afecta el dinamismo de una película. Pero un guión que desafía a la lógica (ganador del premio a mejor guión por parte del festival), actuaciones desbordadas (quizás más propicias para una puesta en escena) y unos pocos efectos visuales de una tremendamente pobre calidad, terminan por rematarla. Algunos problemas técnicos con la proyección, causando que la película se trabara por varios segundos en cada ocasión, incluyendo el final, donde manualmente el “cácaro” retrocedió la película algunas escenas para que se volvieran a sincronizar audio e imagen, es para finalmente cristalizar quizás la peor experiencia cinematográfica que he presenciado.
La muestra fílmica del Feratum hasta antes de esta proyección me había logrado sorprender con una variedad de proyectos de tan pobre calidad que realmente me tenían preguntando, “acaso podré ver algo peor?”, sin embargo Están Aquí llegó a destronar a cualquier contendiente a “peor trabajo”, no solo de este festival, sino de todas las películas que he visto en mi vida.