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Cuando mencionan a Miguel Ángel de inmediato viene a la mente la imagen de alguna de sus imponentes esculturas como el David o la pintura de La Creación de Adán. Pero… ¿qué pasaría si lo sacáramos de contexto? Si lo adaptamos al arte callejero del siglo XXI y lo acompañamos de colores estridentes y algunas buenas pintas para transportarlo en algo tan cotidiano como una simple barda en un barrio de Valencia. ¿Dejaría de ser arte?
Pichi & Avo son unos españoles que desde 2007 empezaron a hacer este tipo de proyectos asaltando algunos de los lugares más comunes y monótonos de su localidad, para convertirlos en verdaderas obras de arte del graffiti. Uno de los proyectos que más los ha proyectado alrededor de Europa fue precisamente el que basaron en Miguel Ángel, donde retomaron algunas de sus más importantes obras y las plasmaron en espacios comunes con delicados toques en spray.
También le guiñen el ojo al arte pop con imágenes de ex presidentes intervenidas y su muletilla de oro: la bombilla de luz, que a lo largo de sus pintas ha tomado diferentes dimensiones, formas, colores y técnicas.
El arte de esta pareja de valencianos no se ha quedado solamente en cosas externas y en grandes dimensiones, de la misma forma crean en conjunto -y al mismo tiempo- pequeños cuadros donde cada uno, con lata de aerosol en mano, va creando una misma imagen.
Dale un vistazo al video donde comparten parte de su técnica y visita su galería.