Interacción y perspectiva en Teresa Mar

Fotografía extraída de entrevista televisiva con Canal 22

Curiosa y emocionada, la creadora de magníficas proyecciones en edificios, Teresa Mar, presentó en FILUX, Salto Cuántico, un collage más abstracto y enigmático que sus obras anteriores, donde el ojo y el alma deben moverse en lugar del cuerpo para recibir las distintas esencias del panorama. La magia del trabajo de la austriaca se encuentra en la interactividad del espectador con la proyección, desde formar parte de la obra caminando frente a ella, hasta entender cosas completamente distintas si se ve del lado derecho o izquierdo.

“Desde pequeña, he amado las imágenes que no pueden aburrirte, que están llenas de acertijos y viajes que se hacen a través de ellas. El moverte para verla cambia lo que percibes, pero esta vez, en FILUX no hay tal posibilidad, por lo que hice cambios para que se apreciara de distinta manera, porque corporalmente no funcionará”, explicó.

Teresa no estudió arte, y los artistas de la academia la miraban extrañamente, pero para ella era entendible, pues ellos empezaron una carrera que probablemente les costó mucho en varios aspectos, pero no quería ser influenciada por un profesor, además de que convertirse en una artista no era su objetivo. Hizo arte, pero sólo porque le gustaba hacerlo, sus amigos insistían en que continuara, y pues, estar en el lugar en el que está, es por muchas coincidencias.

“Observé a mis amigos progresar escuchando mis consejos, y entonces pensé: ¿porqué no los escucho a ellos también? No les creía, decían que mi trabajo era muy bueno, pero sólo escuché e hice lo que me decían”, y añadió “Nunca intenté contactar galerías, a principios de mi carrera, presentaba mi arte al director de un museo, era mitad turco, mitad alemán y en el momento que lo hice, él estaba trabajando en Austria, le gustó mi trabajo y me dijo que tenía que estar afuera, en lo público”.

Tocó las puertas de las grandes empresas porque quería escuchar cuál era su lugar según las opiniones de la gente importante, y mientras ella esperaba un “por favor niña, vete a tu casa”, obtuvo respuestas favorecedoras. Ése momento fue clave, y se dio cuenta de que mientras todos van en línea recta, ella va en diagonal, la cual está vacía, pues se necesita coraje y no tener miedo de las críticas fuertes.

“No tenía miedo al dolor, no deberían tener miedo al dolor, porque sí, es muy difícil es la verdad, y se sufre, pero si tienes a habilidad, no debes tener miedo, los errores son parte de la vida, así que cualquiera puede hacerlo. Todos nos equivocamos, y a veces esas fallas son lo que atrapa la vista inconscientemente”, comentó.

Proyectar arte en edificios es un gran progreso. Nacimos cada quién en su tiempo y hemos ido creciendo con la tecnología y cada vez desarrollan cosas más y más nuevas.

“Estoy consciente de que soy muy curiosa, un amigo me habló sobre una firma de artistas que trabajan en proyecciones y asistí a reuniones. Después de que vieran mi trabajo, no me dejaron ir [risas]. Me hicieron una prueba y empezamos a hacer proyectos juntos”, concluyó.

Sesión Cuántica