Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
9
Domino / 2016
Para una agrupación que alguna vez se dijo estar formada para “ser una especie de fantasiosa y afeminada banda de art-rock que reaccionase a los gestos agresivos e hyper-masculinos del rock”, Boy King de Wild Beasts pareciera ser un paso hacia incorporar justo este último tipo de posturas. Al menos eso parece a simple vista. Eso si juzgáramos por los sencillos reventados que pudimos escuchar previamente al lanzamiento del quinto album de la banda británica.
A la escucha completa, encontramos algunas de las sensibilidades características de Wild Beasts todavía presentes, como melodías lentas y canciones basadas en piano. Yuxtapuestas con el bravado de guitarras gigantescas y bajos sintetizados que taladran la cabeza, Boy King parece contener una narrativa sobre estar cómodo entre dos versiones de uno mismo.
En ese sentido es casi un disco conceptual, con una línea de storytelling abstracta pero palpable. Un poco al estilo de Currents o I Love You Honeybear. Líricamente, Boy King parece ser sobre ese período entre superar a una pareja y abrazar la lujuria casual y romances esporádicos, todo mientras tratas de lidiar con sentirte solo.
“Now I am all fucked up and I can't stand up so I better suck it up like a tough guy would” exclama el segundo track “Tough Guy”; cuyo coro podría, extrañamente, pertenecer a una canción de Velvet Revolver. Más adelante en el tracklist está la épica y sensual “Get My Bang”, que pudiera parecer la máxima encarnación de ese “Boy King” que todos tenemos dentro si no fuera por esa perla de vulnerabilidad que encontramos en la letra del puente: “why would you hold it back from me? If not now then when? If not you then who?”
A partir de ahí el disco comienza a jugar entre dos tonalidades que está tratando de incorporar al mismo personaje. “2BU” es probablemente la más anhelante, con beats lentos pero crecientes que acompañan una melodía que sonaría casi demasiado cursi; de no ser porque tracks más promiscuos y funky como “Ponytail” o “Eat Your Hear Out Adonis” la rodean.
Boy King mantiene ese delicado balance y concluye de forma épica con “Dreamliner”. Una canción de resolución y aceptación, que tiende un puente a lo que seguro seguirá siendo una prolífica carrera para Wild Beasts. Incorporando cada vez más elementos electrónicos y esta vez con una producción más osada por parte de John Congleton –ver Hold/Still y el homónimo de St.Vincent– el quinto disco de Wild Beasts es una escucha placentera y catártica.