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Swans- The Glowing Man

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Swans- The Glowing Man
Swans- The Glowing Man

Mute/Young Records / 2016

Artista(s)

Swans

22/Jun/2016

Swans: en contra de la complacencia.

Con la aparición en 2010 de My Father Will Guide Me up a Rope to the Sky Swans, tal vez de manera involuntaria, inició una tetralogía –conformada también por The Seer y To Be Kind- que finalmente cierra con The Glowing Man. Observado como un proyecto unificado, el conjunto de discos replantea lo que la agrupación había iniciado a principios de los ochenta: suspender los perímetros de una canción de rock, negarse al riff y al estribillo. Si bien, en sus primeros trabajos esta estética operaba como un ataque frontal al escucha –Michael Gira, líder, además de haber aportado al noise y al industrial durante, esos años llegó a atacar físicamente a su audiencia en sus presentaciones-, desde su reformación la paciencia fue el nuevo objetivo a poner en crisis. A través de atmósferas extendidas, de piezas que bordearon los 30 minutos de duración y de constituirse como una manifestación muy peculiar del drone –ese género que no depende de acordes para desarrollarse y que se puede sostener al margen de una temporalidad limitada-, Swans no solo se presentó como una banda ambiciosa.

Escuchar a Swans es oponerse, activamente, a la satisfacción instantánea. El espectador encuentra nuevas dimensiones personales, como el aburrimiento o la intimidación -¿cómo escuchar un trabajo de dos horas con apenas ocho canciones?- The Glowing Man, el último álbum de Swans en este periodo, consolida aspectos sonoros. El primer acercamiento a este trabajo fue en vivo. Swans ejercitó algunos de los cortes sobre el escenario antes de su lanzamiento oficial, como “Frankie M” y “The Glowing Man”, antes denominada “Black Hole Man”. El hecho redondea las ideas que la agrupación tiene respecto a la paciencia y al deber del espectador. En su aparición en el Nrmal de la Ciudad de México, todos los protocolos que involucra un festival –beber, comer, cantar al unísono- fueron anulados. Recuerdo que algunos de los asistentes, aún siendo fanáticos del grupo, buscábamos posturas más cómodas que pudieran hacer más llevaderas las dos horas continuas de su concierto. Si bien la violencia inicial de sus presentaciones fue abandonada, a través de la complejidad Swans continuó desafiando.

 

Pero The Glowing Man no solo recoge piezas que fueran actuaciones en vivo. “Cloud of Forgetting” yCloud of Unknowing”, canciones inéditas, constituyen ahora dos de las adiciones más demandantes al repertorio reciente de Swans. Ambas siguen sus propias reglas: los clímax no son predecibles y a veces se cortan abruptamente, las vocalizaciones no buscan la lírica. Por su lado, “Cloud of Unknowing” contiene una participación, pequeña pero relevante, de Okkyung Lee, instrumentista que ha transformado al chelo en una vía para el noise. El folk, una de las constantes en la carrera de Michael Gira –además de las composiciones afortunadas de Swans, estuvo al frente de Angels of Light, una de las propuestas más delicadas del género- vuelve en “People Like Us” y adquiere matices inusitados en “When Will I Return”, comandada en la voz por Jennifer Gira, esposa de Michael. Pero “The Glowing Man”, el track de mayor duración, es donde se expone mejor los alcances que Swans tuvo. En la estructura de este tema no se repite un solo cambio al tiempo que economiza sus partes.

¿Qué queda después de esta encarnación de Swans? The Glowing Man, así como los tres discos anteriores, señala que lo críptico es posible. No se trata de descartar otras manifestaciones. Pero, ¿acaso no es cierto que el espectador ya no sostiene su atención? El aburrimiento y la intimidación son sensaciones productivas en el caso de Swans: el espectador vuelve a sentir.