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Independiente / 2016
28/Abr/2016
Cuando la vida te pone en el camino con la gente adecuada y el tiempo te da razón para perpetuar con talento, los proyectos alternativos como She's A Tease crecen y se hacen más fuertes, atemporales. Después de tres años de ser arquitectos de su propia carrera y de su esperado segundo álbum, los regiomontanos presentan II, un álbum que había sido presentado a cuentagotas y que nos dejaba con ansias de más.
Los nueve tracks de II presentan novedades en los instrumentos. Hay nuevos sonidos y ritmos, los coros melódicos y las guitarras predominantes dejan el mix del antiguo sonido con la evolución notoria de un nuevo She's A Tease.
La primera es “Fogatas”, que de entrada exhibe sonidos de guitarra muy ochentera y una voz tímida que va ganando fuerza. No da tiempo de respiro, pues hay cambios de ritmo muy agradables al oído, e incluso hay uno que otro solo sobresaliente que deja una buena impresión.
El primer sencillo fue “Jugar Con Nosotros” y a finales del año pasado revelaron “Ven A Soñar”, el segundo track que daba presentación al disco.
Con nuevos sonidos en las guitarras sobresalientes, con rolas melódicas sin caer en lo melancólicas como “Las Cosas Que Nos Separarán” y “Desesperando Al Amor”, los músicos se notan muy sueltos en su sonido y seguros de su proyecto.
“En Mi Cuarto” es una de las más catchy sin siquiera pretenderlo. Las guitarras ordenan el ritmo y aparecen sonidos de batería y de voz descarados, tiene la esencia de aquel Millonaria que los catapultó en la escena indie.
Completan el repertorio “Nueve Nueve”, que expone guitarras desprolijas y voces igualmente no arregladas con intención dudosa; “Juntos”, con sonidos orgánicos, naturales y un tanto analógicos pero mucho más potentes y con el sonido que sólo es equiparable con su primer EP. “Pasarlo Bien” es aún un misterio pues es el fantasma oculto del disco, seguro es el tesoro que hará explotar y cerrar el ciclo de II.
El disco era muy esperado y mucho se les cuestionaba a los norteños sobre su salida pero ellos pedían calma, prometían entregar algo no menos que perfecto en el sentido estricto de lo que ellos buscaban. Este material refleja justamente eso. Los elementos naturales, orgánicos y atemporales que el disco con una paleta de hielo doble en la portada establecen su camino en los escenarios.
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Rock Action Records / Temporary Residence Ltd. / 2016
27/Abr/2016
Este es el más reciente material de estudio que presenta Mogwai, parte del soundtrack creado para el trabajo documental titulado Atomic: Living In Dread and Promise. Partiendo de lo ya creado para dicho documental, la banda originaria de Glasgow re-versiona su trabajo y nos presenta una serie de pistas que pierden el status de música exclusiva para un soporte visual y nos proponen un disco donde demuestran que su post-rock puede configurarse como discurso musical para así establecer su propia interpretación del instante posterior al caos.
La creación del disco parte de la necesidad de la banda de construir una explicación musical a partir de un solo concepto, influenciados por las imágenes que el documental presenta.
Mogwai articula en Atomic el sonido apocalíptico de la destrucción. "U-235" será símbolo de esta destrucción del mundo habitable –imposible no notar la referencia al Uranio 235- , se crea sentido sin la necesidad de que exista un discurso verbal dentro de toda la obra, se trata de construir experiencias y no de imponérselas al escucha.
Señalar los tracks que más destacan dentro del álbum es un atentado contra el mismo trabajo de la banda, pues cada uno de ellos va creando imágenes subsecuentes para el espectador. Es decir, el logro de esta pieza musical es desapegarse de su primer momento como música que acompaña a un conjunto de imágenes, para ser ella misma la que propicie la construcción de las imágenes de la desolación.
Puede resultar tedioso el escuchar el disco si no se tiene paciencia con los álbumes enteramente instrumentales; sin embargo, otorgarle la oportunidad a Atomic, es adentrarse en el proceso creativo de la agrupación, compenetrarse con el sonido y dejar que éste guíe el proceso experiencial del receptor.
El experimento sonoro que en esta ocasión nos presenta Mogwai deja entre ver que la música puede tener salida como un discurso que puede omitir el uso de la lengua hablada y permitir al sonido ser el foco central de atención del escucha. ¿Acaso no la música es crear experiencias a partir del entrecruzamiento de los sonidos? Para Mogwai es así y lo han demostrado una vez más.
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