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Se prenden las luces del escenario del Foro Indie Rocks! El público, emocionado por el regreso de la banda de metal sinfónico, empieza a gritar y aplaudir. La espera de nueve años valió la pena.
El día de ayer, Stream of Passion, banda holandesa liderada por la voz de la mexicana Marcela Bovio, se presentó en nuestro país para promocionar su último disco A War of our Own, con un concierto lleno de emoción y orgullo al ver en el escenario a una connacional que logró formar una de las bandas de metal sinfónico más importantes del mundo.
La banda no hizo esperar al público. Las notas de “Monster” empezaron a llenar el lugar mientras que todos los asistentes recibían con gritos y horns up a la mexicana con su banda. El headbanging marcado por el ritmo de la música era pausado, la gente se entregaba irremediablamente en comunión con el metal que escuchaban.
Cuando terminó su primera canción, inmediatamente el foro se llenó de gritos y reverencias, Marcela estaba en su tierra. “A war of our Own” comenzó a guiar la batalla secreta e inevitable de la vida con la voz melodiosa que la interpretaba. “The Curse” dejaba caer su maldición en todos los presentes, y el final regresó a cargo de “In The End”, mientras que todos coreaban el pasado con unas de las canciones del Flame Within de 2009.
El riff potente de “Collide” marcó la pauta para seguir festejando el regreso de la banda, al mismo tiempo que el cabello rojo de Marcela y las rastas de Johan van Stratum, bajista, volaron por el aire al hacer ese movimiento que todos empezaron a imitar. “Open Your Eyes” envolvió el ambiente de melancolía, todos corearon la soledad que sentían sin tapujos. “Exile” y “Now or Never” juntaron pasado y futuro en un solo momento para hacernos recordar que sólo existe el hoy y, acto seguido, el violín rojo de Marcela inauguró la canción de amor más bella de la noche: “Delirio”
“My Leader” y “Broken” funcionaron para evocar los fantasmas del Darker Days y Flame Within. Radiohead llegó en voz de Stream of Passion cuando interpretaron el cover de “Street Spirit”. “Out in The Real World” porque hay huellas de Arjen Lucassen que nunca se podrán borrar, al igual que la despedida de una banda que con “This Endless Night”, un violín, una voz potente y una gran ejecución, cautivaron a su público.
Las luces se apagaron, la gente gritaba palabras de éxtasis repitiendo el nombre de la banda, la realidad posaba sobre sus hombros. Como último suspiro regalaron “Nostalgia” y “Haunted”, recordatorio del último concierto que tuvieron hace nueve años en el Circo Volador y promesa de un retorno próximo.