Yuck
Stranger Things

Te damos nuestro veredicto sobre el nuevo disco de Yuck.

La esencia de Yuck no ha cambiado mucho desde sus inicios en 2009 con la salida de su nuevo disco este año (el cual se suma a los dos discos y un EP que ya tenían bajo el brazo). El cuarteto originario de Londres, Inglaterra, demuestra que no hay por qué dudar un sólo instante a la hora de absorber influencias musicales.

Al escuchar Stranger Things, de preferencia a un gran volumen, una avalancha de nostalgia recae sobre el oyente, en la que su mayor virtud es que no teme la escuela musical que proviene de las melodías que sucumbieron corazones en la década de los noventa de bandas como Slowdive, Smashing Pumpkins, Pavement, y My Bloody Valentine, etc.

Hermosos paisajes sonoros llenos de shoegaze y noise pop se pueden escuchar en canciones como “Swirling”, “Down” y “Yr Face”, mientras la influencia de Siamese Dream de Smashing Pumpkins resuena en “Hold Me Closer” y “Hearts In Motion”, a la vez que “Cannonball” sacude el esqueleto con su alegría distorsionada. “Like a Moth” estremece por su emotividad, aunque sería mejor si no terminara en fade out, mismo caso se repite con la potente y soñadora “As I Walk Away”.

Actualmente, muchas personas han dejado de prestarle atención a un disco completo, tal vez sea por vivir en un mundo donde la inmediatez de las cosas es latente (infinidad de canciones y discos nunca llegan a reproducirse completos ante nosotros). Pero el tercer disco de Yuck nos atrapa, convirtiéndose en toda una experiencia emotivamente ruidosa de principio a fin.

Stranger Things es un disco ideal para aquellos que añoran la nostalgia y distorsión que la música de los noventa nos regaló, en él encontrarán una verdadera joya de emotividad, que aunque cuenta con formas y sonidos que ya se han escuchado muchas veces,  traza muy bien el camino para expresarlas de una manera autentica.