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Cynthia
Salazar
Por la mañana, en la sala 1 de Cinépolis Centro en función especial se presentó otro de los largometrajes de ficción en competencia: se trató de Yo de Matías Meyer, en el cual un joven de enorme talla y fortaleza, pero afectado de sus facultades mentales, vive con su madre a la cual asiste en un restaurante de su propiedad. Yo es de carácter apacible, pero una cadena de inesperados eventos transformarán su hasta entonces rutinaria vida, y terminarán por marginarlo del mundo de forma radical.
A esta función asistieron el director y los actores Elizabeth Mendoza y Raúl Silva, protagonistas de la película, quienes externaron sus opiniones acerca de su trabajo en la misma. “Para el personaje de Yo tuve dos referencias muy grandes como para no llevarlo a una caricatura, porque sería muy fácil que esto sucediera con un personaje como Yo. Esos dos personajes son Boo Radley de Robert Duvall en Cómo matar a un ruiseñor de Harper Lee y por supuesto el Frankenstein de Boris Karloff” explicaría Silva.
Más tarde, en la sala 2 de ese complejo, se proyectó Los días no vuelven, segunda obra del realizador Raúl Cuesta y que forma parte de la selección oficial de largometraje documental. En él se aborda la trágica historia de Enrique Jara, un joven tenista poseedor de un gran talento y quien era una gran promesa para este deporte, pero que al tratar de entrar a la liga profesional; la excesiva presión recibida por parte de su exigente padre lo hacen retirarse prematuramente y truncar su prometedora carrera. Posteriormente, su progenitor fallecería de forma inesperada.
Haciendo uso de un ritmo calmo y meditativo, el filme permite que su protagonista explore y explote los sentimientos que sobre su padre alberga, buscando alguna forma de lograr lo que su muerte súbita le impidió: obtener su perdón y reconciliarse con él. Así que el documental funciona como vehículo para la catarsis de su protagonista al mismo tiempo que hace algunos apuntes sobre lo duro y rígido que el mundo deportivo puede llegar a ser.
Posteriormente, en la sala 1 de dicha sede se proyectaría otro de los documentales en competencia: Parque Lenin de Itziar Leemans y Carlos Mignon, que retrata la vida de un trío de hermanos a los cuales la pérdida de su madre y la distancia han separado, y el cómo han tenido que rehacer sus vidas a partir de ello.
La historia transcurre en dos escenarios distintos: Francia y Cuba. En el país europeo se encuentra Antoin, quien emigró allí en busca de desarrollar una carrera como cantante de ópera. Mientras que en la isla caribeña, permanecen sus hermanos Yesuan y Karla esperando que algún día regrese, y el primero tiene que asumir el papel de padre y madre para la segunda, que ya esta empezando a descubrir su sexualidad. El título de la cinta se refiere a un parque de diversiones de La Habana, donde el trío disfrutó su última convivencia juntos. Un triste relato sobre una familia que se fragmentó por un sueño individual de mejora.
Y aquí concluye la crónica diaria del FICM. Pero no con ello nuestra cobertura. Manténganse al pendiente.