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Nuclear Blast / 2015
Año 2015, en las entregas de premios de famoso canal de videos ya no vemos músicos ejecutando sus instrumentos en escena, pero el look and feel de Kadavar nos hace revalorar el pasado, y con “Lord of the Sky” y su ánimo de homenaje a aquellos furiosos riffs de Pete Townshend comienza el recorrido por Berlín, su tierra natal da título a su tercer disco, el primero con Simon “Dragon” Bouteloup completamente integrado al trío y llevando el ritmo en el bajo.
“Last Living Dinosaur” describe la condición de esta banda: el último raptor que sobrevive al meteorito de lo comercial, la voz de Christoph “Lupus” Lindemann que nos arrastra a viejas eras, “Thousand Miles Away From home” para invocar a las brujas, “Filthy Illusion” para recordar el corto legado de Steppenwolf: aún hay demasiados seres en este planeta que nacieron para ser salvajes.
“Pale Blue Eyes” y el arte perdido de cantar una estrofa al compás de lo que se toca en la guitarra, “Stolen Dreams” y el feedback de inicio que solo puede lograrse con equipo análogo como el que se usó íntegramente en la producción de este disco, bulbos al servicio de la nostalgia por tiempos mejores. “The Old Man” porque solo se necesita de una guitarra para hacer estallar el planeta, un bajo para dirigir a un pelotón de fusilamiento y la batería de Christoph "Tiger" Bartelt para remover los escombros.
“Spanish Wild Rose” y la psicodelia perdida, flores en un caleidoscopio, solos de las 6 y 4 cuerdas entrelazados, cadencia para mover el cuerpo como si estuviéramos en Woodstock, la era de acuario ha quedado muy atrás, “See the World in your ouw Eyes” para musicalizar el road trip en un Pontiac GTO rumbo a un concierto de Aerosmith como en la película Dazed And Confused. Solos que nos recuerdan a Jimi Hendrix, las ganas de conocer más de Foghat, Blue Cheer, Hawkwind y su influencia en esta banda que nos alimenta las ganas de conocer la historia musical que tanto los ha inspirado.
Una lenta y oscura versión de “Reich Der Träume” original de Nico como gran final para este disco de olvidado rock and roll, y como recomendación aparte procuren escucharlos en directo, solo así se siente con más precisión que en efecto regresamos a tiempos de antaño.