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The Lemon Twigs - What We Know

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The Lemon Twigs - What We Know
The Lemon Twigs - What We Know

Winspear Records / 2015

Artista(s)

The Lemon Twigs

The Lemon Twigs o, el león no es como lo pintan.

Desde Long Island llegan con un encantador pop psicodélico los hermanos Brian y Michael D’ Addario, integrantes de The Lemon Twigs, que con un disco debut formado con esencias ambiciosas de los años 60 y 70, captura un espíritu de la juventud rockera y psicodélica de hoy en día, remontándonos a unas décadas atrás con flashazos auditivos.

“Let’s Do Another Run of it/the Beginning of the Album” con sólo minuto y medio de duración es un intro que después de 6 reproducciones puedo comparar muy superficialmente con el intro que hiciera Alt-J en An Awesome Wave; ofrece un ambiente relajante e inspirador, para darle paso a “The Corners I Was Locked Behind (When I Was There)” y “Fridge Man”, que llenan la atmósfera con sonidos y acordes que provocan imágenes abstractas y viajes mentales.

“Cry” y “Mind Escaper” hacen que el ambiente del disco se torne un poco aburrido y hasta llegue a generar pensamientos de depresión y cuestionamiento personal, pero después de unas cuantas reproducciones, supongo que le agarré… ¿cariño? Amor apache, más bien.  “Go On Without Me” fue, irónicamente, la que me puso más feliz; nostálgica, triste y con algo de lluvia al inicio, le devuelve la vida y el sentido al álbum, con luces de una psicodelia distinta a lo que estamos acostumbrados a escuchar estos días.

“Future Funk #19” y “Your Mark on the World Will Be Small” suenan precisamente como debe sonar una canción en un cassette, no identifico aún cuál es el factor, pero ambas lo tienen. Lo imagino como un cassette cuya portada es una ilustración photoshoppeada incorrectamente a propósito, en colores llamativos sobre una grabadora de hace unos 20 o 25 años,  de esas que se podían traer en los hombros.

“What We Know” nos lleva de nuevo a un momento tedioso y frustrante, y “Cricket Song” no hace mucho por ofrecer un buen desenlace con 7 minutos y medio de la misma melodía. El disco es un conjunto de altibajos en cuanto al ritmo de la música, mantiene el ambiente y creo que la banda no pierde el sabor que quisieron inyectar a su álbum, pero como todo buen limón,  el sabor ácido está presente de principio a fin.