9
Interscope / Caroline México / 2015
15/Jul/2015
Ya todos lo sabemos; el genial Kevin Parker quería que el tercer disco de Tame Impala tuviera rolas que se prestaran para ponerse en una pista de baile. Tampoco es un secreto que el australiano tenía ganas de coquetear con el pop. Según él, la amada “Feels Like We Only Go Backwards” suena un poco a algo que cantarían los Backstreet Boys y ha declarado que ha deseado sonar a plástico sucio como Britney Spears. Por lo tanto, resulta lógico que Currents parezca un álbum más digerible y menos clavado que Lonerism. Si bien, “Cause I'm A Man” puede parecer demasiado melosa y ochentera para algunos, no hay que despreciar los caminos que Parker ha decidido explorar. Currents es algo así, como si mezclaras Tame Impala con un poco de Michael Jackson, muchas melodías ochenteras (“Yes I'm Changing") y algo de música disco. Permanecen los sintetizadores, las reverberaciones y los riffs de guitarra que nos enloquecieron en canciones como “Elephant”, pero ahora su sonido es menos “frito”. Ojo, esto no significa que Parker se haya despedido de la psicodelia, pues la eterna “Let It Happen” parece diseñada para estar en trance. El mismo efecto tiene la letra repetitiva de la cortísima “Nangs”, que aunque más dance, es igual de hipnótica gracias a la voz de Parker. Las letras siguen teniendo múltiples significados y aunque “Eventually” o “Cause I'm A Man” pueden parecer la excusa de un güey cortando a su novia, tratan en realidad sobre los cambios que ha experimentado Parker en los últimos años (o al menos eso dice / finge). Lee nuestra entrevista con Kevin Parker, donde nos revela los detalles detrás de Currents, de Tame Impala. “The Moment” podría formar parte del catálogo de solista de Gwen Stefani, pero de nuevo: eso no es algo malo sobre todo porque al final evoluciona a algo más complejo y la batería cobra más protagonismo. En conjunto Currents es un disco sólido que agrega más tonos a la paleta de color de Tame Impala a la vez que muestra que Parker aún tiene muchos trucos guardados en el bolsillo. “They say people never change but that's bullshit” canta Kevin en una de las rolas (con chasquidos de dedos incluidos) y eso mismo demuestra a lo largo del disco.
8
Def Jam Recordings / 2015
13/Jul/2015
Una nueva camada de raperos está documentando la vida violenta y desesperanzadora de South Central, nada nuevo, pero regresando al realismo poético que destacó a los OG’s de principio de los 90’s como N.W.A. Algunos con más dramatismo (y ventas) como Kendrick Lamar y su To Pimp A Butterfly; y otros, como Vince Staples y su Summertime 06, con menos exuberancia en sus letras y su producción, pero un seco recuento del infierno que era su vida como gangsta hace algunos años.
El co-productor No I.D. fue el encargado de labrar el sonido preponderante en Summertime 06, una cama de beats ominosos pesados en el bass que sirven como un adecuado lienzo para que Staples, e invitados, avienten las rimas que describen el panorama de la violencia entre pandillas en Long Beach, desde el punto de vista de un Crip. Rolas como “Birds & Bees” sirven para entender como Staples estaba convencido de su destino como pandillero desde muy joven, “Soy un gangsta como mi papá, mi mamá creó otro problema cuando me tuvo ”, rapea al inicio del álbum; pero conforme van avanzando los tracks, Staples, y hasta uno mismo, se va asqueando de la vida en el ghetto, llegando a su punto de ebullición en “Jump Off the Roof”, el momento donde el rapero decide entre terminarlo todo o cambiar su estilo de vida.
A pesar de ser un disco doble, con 20 tracks, y los temas serios que barajea en sus canciones, Summertime ’06 fluye sin dificultades con rolitas de tres o cuatro minutos a lo mucho, no es una odisea auditiva como un álbum doble de OutKast; Staples y No I.D. le dan prioridad a las pequeñas historias que quieren contar que a expandir el panorama musical contemporáneo. No es por falta de descaro, pues el primer sencillo, “Señorita”, parece haber sido una elección extraña; la rola más tétrica sobre trabajar las esquinas de las peores calles de L.A. se antoja inadecuada para haber sido la carta de presentación de este álbum.
Quizás algo como “CNB” (Coldest Nigga’ Breathing) pudo haber endulzado el oído del mainstream de una manera más efectiva, con un soul distópico que contrasta unos beats psicodélicos con las opiniones de Staples sobre la pobreza, la gentrificación y el racismo en su comunidad. Pero Staples sabe lo que quiere y se muestra auténticamente convencido de que “Keepin’ It Real” será la pauta que dirija su carrera.
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