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Tuvieron que pasar diez años de carrera, seis discos de estudio y enemil viajes por todo el mundo para que Alejandro Pelayo (piano) y Leonor Watling (voz) visitaran nuestro país. La perspectiva que tiene Marlango con respecto a México es incierta; ambos ya habían venido, pero por razones muy distintas a las que ahora nos vienen a visitar como conjunto.
“Musicalmente es nuestra primera vez. No pensamos o no ponemos esa responsabilidad de expectativa en el público. Creemos que no hay que hacer mucho plan con los conciertos o alguna fantasía. Por ejemplo, la primera vez que nos invitaron a Tokio, hubo 22 horas de vuelo y muchas conjeturas - ninguno de los dos esperaba algo similar. Por otro lado, las canciones nos llevan a donde nos tengan que llevar, como el hecho de que una canción como “El Pequeño Vals” se use en las bodas, es algo que nos dejó atónitos. Después del concierto si hablamos de lo que vivimos, pero antes no nos queremos dar una idea concreta”, compartieron.
Alejandro y Leonor vienen de dos mundos distintos: él como músico profesional y ella como actriz, pero precisamente el trasfondo creativo es lo que los hace compaginar perfectamente.
“Utilizamos las imágenes y el cine para intercomunicarnos y explicar cosas que con la música es difícil. Somos dos personas buscando cosas que acaban siendo algo que no se nos ocurría originalmente. A veces encontramos algo al mismo tiempo, porque falta un estribillo o un puente. ¿Qué nos va a pasar cuando vayamos a Chile o Uruguay? Cuando pones las lavadoras de estos viajes no te las puedes imaginar hasta que los hayas hecho. No estás en ninguna parte, estás en otros sitios y quieres llevarte a esa persona a todos lados. Al final, los dos terminamos hablando de lo mismo: del amor y del desamor, de los viajes, etc…”, dijeron.
Se podría afirmar que El Porvenir es el más diferente de todos sus discos. En cuanto a las decisiones rítmicas de las canciones, hay menos elementos mediterráneos; ahora es más terrenal y global.
“Nuestras familias son uruguayas y argentinas. Tenemos mucha influencia de Latinoamérica, del sur de EUA y de la que se hace aquí en México. Nos ubicamos en el Atlántico, donde la música está más triste. Creemos que hay un estancamiento en Europa; por ejemplo en Inglaterra, donde antes pasaba todo en música ya no hay nada que nos atrape. Hoy, por ejemplo, nos interesan más Ray LaMontagne, Patrick Watson, Ella Fitzgerald, Mark Lanegan, Amos Lee o Natalia LaFourcade, por mencionar algunos”, aseguraron.
Con colaboraciones de conocidos e ídolos como Bunbury, Fito Páez y La Santa Cecilia, El Porvenir marca un punto importante en la trayectoria de Marlango como una banda (sin decir proyecto, ya que les desagrada el apelativo) con amplio espectro musical, un alcance notable y millones de fanáticos alrededor del mundo, pero ¿quiénes son a 10 años de haber comenzado este viaje?
“No se. Habrá que preguntárselo a quienes nos escuchen. Cuando vamos por el mundo y vemos algo que nos gusta, lo encontramos. Ahora mismo sigue siendo lo que era antes. Es el patio donde nos curábamos penas, celebrábamos y pretendíamos que éramos mejores personas. Con la cuestión en vivo, es muy adictivo subirse al escenario, se siente similar a lo que buscan todas las religiones del mundo. Te conviertes en la mejor versión de ti. En la vida real los dos no somos ni la mitad de lo interesantes de lo que somos en vivo [risas]”, concluyeron.