Electrizante retorno y revolución auditiva
Electrizante retorno y revolución auditiva

Finalmente se cumplieron los cuatro años de espera a los que nos tiene acostumbrado The Wombats, este trío originario de Liverpool, que orgullosamente presenta su tercera maqueta con un notorio crossover sonoro y de paso, gráfico.

Glitterbug es la fiesta que tras un vendaval de sintetizadores poderosos y un inspirado Matthew Murphy, termina transformándose en un huracán de percusiones potentes que para beneplácito de sus fans más fieles, se agrupa y da como resultado una gran colisión melódica.

Este álbum podría lograr que el más perezoso se levantara de la cama con un salto. Notablemente más maduro que su antecesor This Modern Glitch; lleno de tintes nocturnos, glorioso de principio a fin y claramente inclinado a un terreno más electrónico, el disco adquiere el valor del riesgo que cualquier banda debe experimentar para consolidarse; y en su caso, cabe destacar que han salido airosos en el intento.

“Emoticons” es un poderoso inicio que evoca a los tradicionales coros de los aficionados en los estadios de fútbol inglés y junto con ellos, la fuerte inclusión de Dan Haggis en la batería, provoca rápidamente un enganche que durará los siguientes 45 minutos. De inmediato, se incorpora “Give Me A Try”, que por un momento causa nostalgia al recordarnos el sonido de su primer entrega A Guide to Love, Loss & Desperation. Alegre e inspiradora, narra una declaración de amor poco usual.

Continuando con el ánimo en lo más alto, nos topamos con “Greek Tragedy”, una especie de batalla donde las estrategias de los dos protagonistas chocan, para finalmente crear una metáfora del bien contra el mal. Por otra parte, los autores de “Tokio (Vampires & Wolves)” nos presentan a “Isabel”, un oasis de tranquilidad. Este track es un descanso que cuenta una historia mientras sensibiliza los sentidos del oyente. Una atrevida conversación que revela las perversiones de la protagonista, para después culminar cediendo a placer de la chica.

El viaje se reanuda con la emocionante “Your Body Is A Weapon”, que en contraste con su sonido, tiene una lírica que se basa en una situación bastante común dentro de nuestra vida: el amor no correspondido. En este punto se aprecia claramente uno de los sellos distintivos de la agrupación, su buen sentido del humor. Y como consigna final, la divertida pero engañosa “Pink Limonade” nos hace sospechar que alguien no tuvo mucha suerte recientemente conquistando chicas.