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Grupo de Expertos Solynieve: tragos no amargos

Grupo de Expertos Solynieve: tragos no amargos

Fernando Bastarrachea
Niña Papalote Barbosa @ninapapalote

Niña
Papalote Barbosa @ninapapalote

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El Plaza Condesa

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Las bandas de culto tienen un efecto casi mágico en el público mexicano. No llenarán grandes recintos ni ocuparán cada marquesina callejera, y ciertamente estarán en boca de muy pocos. Pero los eventos que presiden se vuelven ocasiones especiales para sus acólitos musicales que viven, sienten y corean cada verso y melodía. Tal fue el caso de Grupo de Expertos Solynieve, quienes el día de ayer dieron un recital por demás energizante, pero con una intimidad casi bohemia.

Grupo de Expertos Solynieve

 

Con un lleno de poco más de la cuarta parte del Plaza Condesa, el conjunto de Granada salió al escenario media hora más tarde de lo previsto, tal vez con esperanzas de la organización para que aumentara la asistencia. Pero al momento que Jota y compañía entraron a tomar sus lugares y, a manera de brindis inicial, dieron un efusivo “¡Salud!” a la ciudad de México, eso dejó de importar.

Para calentar gargantas, iniciaron con “Estoy vivo de milagro (Fandangos de Glasgow)” de su nuevo material, Lucro Cesante. Posteriormente, entre cervezas y uno que otro agradecimiento, empezaron a lucir los clásicos como “Dime”, “Tú, misionero de Dios” y “Perros muertos”. El respetable empezó a corearlas como credos devotos, ligando cada palabra con la atmósfera melancólica y socio-política que hoy se siente en el país. Mejor timing no pudieron tener.

La voz de Jota es por demás afamada—los mexicanos también le tenemos mucho cariño a su proyecto principal, Los Planetas. Manuel Ferrón segundó y destacó en sus piezas vocales, como cuando cantó “Pequeños”. Víctor Lapido masajeaba, seducía y castigaba su guitarra por igual con cada solo y textura que soltaba, mientras que Miguel López armonizaba lacónicamente con su bajo. Pero el premio de MVP fue para Antonio Lomas, quien golpeaba tarolas, bombo y platillos con una maestría y ejecución inusitada, ya sea sentado o parado. No tengo idea si sólo estaba luciéndose por lucir, pero no escuché ninguna queja.

Al final, el apego se tornó más notorio cuando soltaron las verdaderas bombas, entre ellas “La nueva Reconquista de Graná”, “Claro y meridiano”, “Fandango de la libertad” y, por último, “La reina de Inglaterra”, una culminación idónea para la verbena que se estaba ya armando. Ya estábamos chupando a gusto, por supuesto que queríamos más.

No pasaron ni cinco minutos para que el quinteto se volviera a rendir ante el público (y, por consecuente, nosotros a ellos) con un cóver a “Mas o menos bien” de Él Mató a Un Policía Motorizado que calificaron de “una improvisación del momento”. Cerraron definitivamente con “Una pila de cosas”, para que nos pudiéramos ir por bien servidos después de 22 temas y una hora, 20 minutos de concierto. Obviamente queríamos seguir la cálida borrachera y los rumbos se prestaban para ello, pero con este Grupo de Expertos acompañándonos un rato más.

Fernando Bastarrachea

REDACCIÓN:

Fernando
Bastarrachea

Niña Papalote Barbosa @ninapapalote

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Niña
Papalote Barbosa @ninapapalote