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Eran las 9:20 cuando Kevin apareció saludando a su público y recordando su llegada a México. “You In Your Were” abrió la noche y en ese momento la audiencia se conectó con el músico y su guitarrista, Charles Pierce.
La noche iba siguiendo su curso de acuerdo con el setlist que habían preparado y “Cause=Time”, original de Broken Social Scene, llevó al público a un nivel aún más profundo, acompañando la canción con efusivos aplausos y cantó de principio a fin. Fue terminando este tema cuando la atmósfera del recinto cambió por completo y pasó de ser un concierto pequeño a una convivencia amistosa.
Una cerveza, su guitarra y un gran grupo de aficionados que dejaron sus asientos para ver a Drew y a Pierce el resto de la noche a muy pocos metros de distancia, fueron los elementos clave de la presentación. Desde esta nueva posición más cercana, los presentes no perdieron la oportunidad de pedir sus canciones preferidas.
“All My Friends” y “Fucked Up Kid” fueron las primeras complacencias que Kevin Drew tocó para su público, posteriormente agregando fragmentos de canciones como “Romance to the Grave”. En un ambiente de diálogo y perfecta sintonía, Drew se dio la oportunidad de caminar entre la audiencia, platicar e incluso afinar sus instrumentos.
Cuando llegó el turno de “Lover’s Spit" tuvo lugar un dueto entre Kevin y su público. Todos sentados alrededor cantaban mientras compartían más que el mismo espacio y las mismas canciones. El músico le pasó a la audiencia un par de botellas de tequila que se fueron compartiendo entre todos como una verdadera hermandad; algo así como “la multiplicación del tequila”.
La noche continuó con este ritmo y la gente seguía pidiendo sus canciones preferidas, entre títulos del más reciente álbum solista de Kevin y temas compuestos para Broken Social Scene; “Mexican Aftershow Party”, “Major Label Debut” y “Sweetest kill” también fueron elegidas por el público y cuando llegó el turno de "Texico Bitches", Drew cantó entre la audiencia y bailó con algunos fans que aprovecharon el momento para tomarse fotografías con el cantante.
Finalmente, tras cerca de 2 horas de concierto “It’s All Gonna Break” junto con “Good Sex” fueron las encargadas de cerrar la noche con broche de oro. Kevin Drew no dejó el escenario hasta terminó con las complacencias de su público y una vez finalizado el concierto salió a saludar a quienes lo esperaban emocionados.
En pocas palabras, fue una noche íntima y especial que distó mucho de los shows tradicionales. Los aficionados formaron parte esencial de la presentación y la rediseñaron por completo; una noche que no siguió los planes pero que dejó a todos los asistentes con un grato sabor de boca.