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A pesar de ser uno de sus admiradores más fervientes, después de ver Is The Man Who Is Tall Happy? pude confirmar que no hay acento más exasperante que el del director Michel Gondry cuando habla inglés. Si a eso le sumamos que mientras lo escuchas por Skype éste se traba intermitentemente, que se cuenta con un traductor en tiempo real y que el entrevistador es un miembro del público con inglés entrecortado, se obtiene como resultado una frustrante experiencia en la Conferencia Magistral de Gondry como parte del GIFF 2014.
Pero justo cuando me di por vencido y me apachurré en el asiento, escuché algo vagamente entendible por ahí: la aseveración de que últimamente se ha dedicado a realizar documentales porque, según él, es una manera de alargar la vida de un sujeto, objeto o tendencia desaparecida, o que lo que le mantiene motivado para seguir filmando sus sueños es hacer las cosas de diferente manera cada vez, como el eterno infante curioso.
Entre otras cosas, el cineasta francés también confesó que no pretende salir huyendo de Hollywood, a pesar de The Green Hornet, y que conserva la esperanza de poder hacer una película nacida de su propia visión, pero con un enorme presupuesto hollywoodesco; sin embargo, es realista y no cree que sea posible.
El público presente en el Auditorio del Estado tenía muchas preguntas, como era de esperarse, incluyendo el compañero de Yucatán que había manejado 27 horas para conocer al director, quien le preguntó cual era su medio favorito: películas o videos musicales, ante lo que Gondry respondió que, a su parecer, el video es más rápido y captura mejor el momento cultural del ahora; sin embargo, la película le permite desarrollar más ampliamente personajes e historias, así que en ese sentido se sigue sintiendo dividido entre ambos.
Entre preguntas y comentarios personales del director se fue destilando algo de su virtuoso recorrido, como la primera oportunidad que vino de parte de Björk a pesar de que ya había dirigido videos para su banda, Oui Oui (comentó que sigue tocando batería como hobby por cierto).
Hubo comentarios sobre sus colaboraciones con The White Stripes, Gael García Bernal y hasta lo último que hizo con Chomsky en la previamente mencionada Is The Man Who Is Tall Happy?, durante la cual sintió una relación maestro-alumno.
Finalmente, habrá sido de gran valor para los cineastas en ciernes en el público lo que alcanzaron a entender en cuanto a técnicas de filmación y cómo consultar con tu talento antes de empezar a escribir. Rara, pero al final una conferencia con Michel Gondry.