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Ásperas apologías del caos en el debut de Annapura
Ásperas apologías del caos en el debut de Annapura

Artista(s)

11/Jul/2014

Annapura

Annapura

Los Grixes / Marginal

2014

Hay sonidos que fueron concebidos con el claro propósito de sacudir entrañas, que nacieron bajo la idea de martillar cuerpos y desmembrarlos hasta que no quede nada; música que hace del desorden y el desastre su razón de vivir, su máximo objetivo, y que encuentra sus mayores virtudes en lo estridente de sus acordes, la velocidad de sus baterías y la energía con la que se gritan sus letras. Annapura sabe de eso y lo imprimió a la perfección en su homónimo álbum debut.

Originaria de la Ciudad de México, Annapura es una banda de hardcore/punk que ocupa un lugar dentro de esa escena underground sucia y podrida en el mejor de los términos, misma que en los últimos años ha escupido bandas con altos niveles de calidad (escúchese a grupos como Nazareno el Violento, Terror Cósmico o Akuma). Un trío de músicos que en tan solo ocho tracks encontraron la forma de hacerse notar y comenzar a labrar un camino propio.

Producido por el sello independiente Marginal y auspiciado por el incansable colectivo Los Grises, este LP bebe de los sonidos más sucios del crust y sludge para forjar un trabajo ordenadamente caótico que no duda en arrojar guitarrazos y tarolazos que vuelan por los aires amenazando con cercenarte la cabeza.

El sinuoso camino inicia con “Armas de Control”, cuyos primeros segundos permiten reconocer que la senda no estará exenta de sufrimiento. A él se suman “Manchar”, con su invitación a enfermar la vida y contagiar a los demás, la violenta y veloz "Cólera", y la escatológicamente bacteriana “Coliformes”, con la que se cierra un primer trazo inicial.

Pero no hay espacio para descansos, “Niño” continúa la línea trazada, repleta de raudos y vertiginosos riffs, y al mismo tiempo da pie a que lleguen “Bred”, “Opinión” y “Falló”, con los que la banda le grita a la cara al sistema y a sus oprimentes esquemas que derrumban cualquier intento de cambio.

El torbellino ha pasado, pero dejó una estela de escombros que aturden en la cabeza y provocan un agradable dolor de cuello; bastan sólo diez minutos para causar estragos. Ocho canciones que supieron encontrar en unos taladrantes bajo, batería y guitarra su mejor vía de crear una áspera y furiosa apología del caos.

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Craft Spells: El brete inventivo en proceso de superación
Craft Spells: El brete inventivo en proceso de superación

Artista(s)

10/Jul/2014

Craft Spells

Nausea

Captured Tracks

2014

Volver a San Francisco, salir con viejos amigos, leer a Yukio Mishima, escuchar a Ryuichi Sakamoto, inmiscuirse en el mundo del piano y retomar esa imaginación perdida, es lo que Justin Vallesteros cuajó en esta nueva entrega titulada Nausea, que si bien no supera lo previo, otorga una buena travesía por sonidos distintos; un vistazo hacia el futuro de Craft Spells.

Las canciones fueron compuestas en piano, por lo que la influencia de éste es imperativa y se percibirse en cada una de ellas. Justin dejó de lado su tan amada guitarra y retornó a la música análoga de manera elegante. “Nausea”, tema que da nombre al álbum, es el encargado de abrir la secuencia, mostrando lo abrupto que puede ser encontrarse entre los suburbios, aislarse de la tecnología para retomar esa zona de confort y empezar todo nuevamente.

“Komorebi”, segundo track, cuya traducción del japonés es “luz filtrada a través de los árboles”, posee influencia tanto de Mishima como de Sakamoto. Es una canción vuelta homenaje que tiene la misión transportar al oriente con flautas, panderos y platillos de batería, el “Party Talk” de este lote.

Si bien Vallesteros no da prioridad a las guitarras, su papel, aunque algo disminuido, continúa vigente; “Changing Faces” y “Dwindle” son pruebas fehacientes de ello. Los acordes del bajo acompañados con tambores, potencian la melancolía de sus letras. Incluso “Instrumental” es un apacible descanso a tan traumática situación como lo es la adicción a las redes sociales. He ahí “Twirl” y su “there goes all my silence” bajo tintes sesenteros pop que bien podría pasar como rola de Wild Nothing o Beach Fossils, bandas pertenecientes al mismo sello discográfico.

El cierre se avecina con “Laughing of my Life”, en la que de igual manera los sintetizadores y piano hacen lo suyo. Posteriormente, Justin trata de rememorar Idle Labor con “After The Moment”, pero no tiene éxito.

“If I Could”, “Breaking The Angle Against The Tide”, y “Still Fields (October 10, 1987)”, como bien lo dicen sus nombres, representan su sentir al experimentar una crisis creativa, mejor conocida como bloqueo del escritor. Las tres, a excepción de la penúltima, que en cuanto a melodía es una de las mejores, pasan sin pena ni gloria.

Nausea es el reflejo del limbo emocional de Vallesteros, lo cual lo ha acomplejado a tal grado que su EP del 2012, Gallery, ni siquiera se postula como algo digno de Craft Spells. Evidentemente, tras unos años de preparación musical e intelectual, la minuciosidad y esmero invertidos en este material saltan a la vista, por ello no se puede dejar de lado lo que la banda californiana tiene algo que ofrecer. Es el comienzo de una madurez que si se encauza correctamente, podría lograr maravillas.

 

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