18/Nov/2013
Magmana
Fiend
Tacky Records
2013
Menos es más es el concepto del que parte Fiend, el primer disco de larga duración de Magmana. Este dúo neoyorkino de folk psicodélico combinó grabaciones caseras con producción profesional para editar este álbum, pues de acuerdo con ellos, así se generan texturas que vuelven a las canciones íntimas.
Magmana recupera la noción de que a partir de producciones menos elaboradas se puede transmitir más; Joan Tick y Caleb Lindskoog, ambos cantantes y multiinstrumentistas, describen su música como un folk extraño, texturizado y neurótico. En 2009 presentaron sus primeras canciones (de hechura 100% casera), y no fue sino hasta este último año en que decidieron dejar sus proyectos alternos para integrar la banda.
Para Fiend compusieron alrededor de 35 pistas, de las cuales, finalmente concretaron 12. A través de bases melódicas y el profundo canto de Joan, buscaron explorar la intuición creando conexiones entre emociones y la música. Caleb ejecuta la guitarra, el bajo y teclados; Joan canta y toca el piano. Además, para esta placa contaron con colaboración de Mike Johnson (Glass Ghost y Dirty Projectors) en la batería.
El estilo de Magmana es, efectivamente, folk, pero con varios recursos eléctricos entre los que resalta la influencia psicodélica. Los sintetizadores y teclados que utilizan crean espacios sobre los que emergen la voz y las guitarras melódicas, mientras que entre sus influencias se encuentran artistas como PJ Harvey, Jon Brion, Thurston Moore y David Byrne.
La producción corrió a cargo de Caleb, quien optó por grabar las voces en su casa y los instrumentos en un estudio. El efecto que tiene este tipo de trabajo está retratado en la textura variante de las canciones, logrando su objetivo de generar intimidad. Cada una de las pistas presenta un escenario auténtico para acompañar sus historias.
La historia de la banda es fundamental para comprender la esencia de Fiend: Joan y Caleb encontraron una conexión en la necesidad de ambos de transmitir experiencias a través de la música; salida que no habían encontrado antes debido a que en sus otros proyectos no componían. El álbum se trata de combinar emociones profundas con la composición musical a manera de artesanía para expresar la profundidad de la intuición.
15/Nov/2013
Dr. Dog
B-Room
Anti, Inc.
2013
Podría ser decepcionante escuchar en un disco como B-Romm la forma en que Dr. Dog suena cada vez más sumido en su manera de hacer música, y lo peor es tener la esperanza que el grupo habría de continuar con un disco aún mejor que su antecesor Be The Void. Así que surge la pregunta ¿Con qué propósito? En Be The Void Scott McMicken y Toby Leaman quienes han estado al mando del grupo, encontraron una química compositiva que los llevó a su mejor trabajo. Fue un álbum lleno de melodías antiestéticas, disonantes y desaliñadas pero con un encanto tan cruel como adorable influenciado del rock y pop clásico familiar a la década de los 60's y 70's.
Ahora, B-Room mantiene todas las virtudes artísticas de Dr. Dog. Leaman proporciona su voz áspera y sucia para algunas canciones más ruinosas, mientras que McMicken brinda su tono soprano y horizontal para las melodías que pretenden ser más populares. Realmente la intrincada construcción de las canciones no tiene error alguno; guitarra, bajo, pads de batería, órgano, teclado, incluso algunas cuerdas extra y su particular ambiente psych en su estado más limpio y ameno. El acabado y nuevo esmalte logrado en B-Room es debido al estudio que la banda consiguió al rehabilitar un viejo molino después de grabar sus 7 discos anteriores en el mismo lugar dentro de su natal Philadelphia, y aunque el resultado es más limpio y en la mayor parte exageradamente relajado, la profundidad del sonido es rica y de calidad duradera tanto como para vivir al paso del tiempo.
Abridor "The Truth" es inofensiva, mas también es de grandiosa melodía y de armonía eminente sumado a su orquestación a media luz, es solo cuestión de paciencia para que un tema así comience a instalarse dentro de la memoria en un recóndito rincón. Aunque sin ser demasiado espectacular, B-Room da un ligero paso en la perfección del estilo en el que se ha instalado Dr. Dog. "Broken Heart" por ejemplo, es un asunto lindo, lleno de rimas, de juegos y relevos vocales, la misma "Rock & Roll" puede andar por ese mismo terreno ya más labrado. Partiendo de lo anterior citado, esta placa tiene algunos extras como "Phenomenon", guiada a través de un banjo, de voces compartidas uno a uno McMicken y Leaman, armonía a capas y un coro lleno de líneas de violín; es un tema simple, identificable y pegadizo.
Desde Shame Shame (2010) siendo también su primer disco con el sello Anti, Dr. Dog ha sido lineal en cuanto a su avance por los años, inequívoco e inmutable, Be The Void un paso adelante del anterior, y B-Room, apenas medio (después de todo ya no hay demasiado que al grupo le falte hacer). Pero existe "Cuckoo", el tipo de canción que hace un homenaje aprobatorio a la década de los 70's, por el Rock sureño de los Estados Unidos y por el trabajo en el órgano que recuerda a esa patente de Ray Manzarek con The Doors. Quizá más importante aún, Dr. Dog nunca se ha avergonzado ni negado las influencias que su música abraza con gran fuerza, en ejemplo el Pop-Funky de "Love" tiene esa tendencia de las bandas Jangly-Pop del nuevo milenio y que han traído desde su disco anterior.
Es cierto que B-Room no tiene lo suficiente para abrirse paso en las novedades de estos años, pero es una verdad absoluta decir que Dr. Dog siempre ha descansado de forma confortable a un lado de las normas rentables de la industria, no obstante al mismo tiempo eso les ha servido para comprometerse plenamente con lo que saben hacer y les gusta hacer, y bandas como esas, quedan pocas.
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