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07/Feb/2025
A estas alturas, no se puede negar la importancia que la figura de Robert Allen Zimmerman tuvo (y sigue teniendo) en la música y la cultura popular desde finales del siglo XX hasta la fecha. Sus canciones (y las letras de las mismas) son verdaderos himnos para muchas personas alrededor del mundo.
Bob Dylan ha tenido también algunas incursiones en el cine como actor, y desde luego, su vida y su trayectoria han sido llevadas al cine en varias ocasiones en forma de documentales y trabajos de ficción, siendo el más reciente de estos últimos Un completo desconocido (A Complete Unknown, EE.UU., 2024) de James Mangold.
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Condensando su historia en un periodo decisivo en la carrera de Dylan, Mangold nos muestra una joven versión del músico (en la piel del actor Timothée Chalamet) desde su llegada a Nueva York en busca de su ídolo, el intérprete folk, Woody Guthrie (Scoot McNairy), pasando por sus encuentros con otros artistas clave de la época como Joan Baez (Monica Barbaro), Johnny Cash (Boyd Holbrook), Pete Seeger (Edward Norton) y Jesse Moffette (Big Bill Morganfield), hasta su presentación en el Festival de Folk de Newport, la cual oficialmente marcaría su divorcio de ese movimiento musical, para adentrarse en los terrenos del blues y el rock.
Tomándose un par de licencias creativas aquí y allá, Un completo desconocido se enfoca en tres aspectos en torno al protagonista: el personal, el musical -echando mano aquí de varias de sus canciones más emblemáticas-, y el relativo al contexto histórico de la época en la cual transcurre su trama. Con ellos elabora un retrato íntimo y multidimensional del artista, y un eficaz vehículo para la nostalgia (en especial la melómana). Pero más allá de eso (para aquellos que no son tan fans del cantautor), es también una loa al espíritu libertario de toda una época, y un manifiesto a favor de abrazar el cambio como parte de ese espíritu. En este caso, un cambio en el rumbo musical que en su momento no fue bien visto, pero que el paso del tiempo terminaría por darle la razón -y hasta un Premio Nobel- a Bob.