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En la CDMX, una de las urbes más vibrantes y complejas del mundo, Marién Ferré ha sabido construir un legado basado en su amor por la música, el arte y su pasión por conectar personas. Productora, emprendedora y personal manager de raíces catalanas y espíritu inquieto, ha dedicado su vida a crear espacios donde las ideas y el talento florecen.
Desde niña, la música fue mi refugio y mi motor; soy nieta de cuatro exiliados, provengo de una familia fuerte, especialmente de mujeres súper fuertes (...) Desde niña era extrovertida y siempre organizaba, desde posadas hasta obras improvisadas con mis primos”, recuerda con una sonrisa.
Luego de egresar de la carrera de Ciencias de la Comunicación, la trayectoria de Ferré se fortaleció en los escenarios; su proyecto sonoro Sweet Menta la llevó a tocar en diversos lugares de la república por 10 años, abriéndole a bandas como Kudai o Fangoria, y explorando ese universo que pronto la atraparía para siempre. Para este momento —por allá de los 2010— una cosa era segura, Ferré sabía que quería ser parte de esa magia, no solo como artista, sino como alguien que crea oportunidades para otros.
Ese deseo fue lo que años más tarde la llevó a fundar el proyecto Bazar de Bandas, un proyecto que se ha convertido en una plataforma esencial para el talento independiente, siendo uno de los más destacados en México. “Hay una cantidad impresionante de músicos increíbles que no tienen dónde mostrarse. El Bazar nació para construir una comunidad alrededor de la música y fortalecer a las bandas”.
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Pero Bazar de Bandas es solo una pieza del mosaico. Marién también es la mente detrás del Bloque Fest, un festival dedicado a la gráfica y la ilustración que busca inspirar a nuevas generaciones de artistas, algo que genera un equilibrio y curaduría perfecta junto con su proyecto Drink and Draw, el cual desarrolla de la mano con el reconocido diseñador Mike Sandoval (quien recientemente se aventó el cartel de Slowdive en su visita a nuestro querido Hipnosis 2024).
Marién considera que el arte es resistencia, y en un mundo tan saturado de ruido, necesitamos espacios donde se celebre la creatividad, por ello sus eventos de diseño e ilustración son una forma de aportar a la causa. Pero, pausita, su visión de conectar y construir no se limita al arte, también busca unir corazones, realmente: ¡Ayuda a conectar y enamorar personas! Esto a través de su agencia The Matchmakers, donde da un giro personal a la manera en que los solteros se encuentran al organizar círculos de solteros que interactúan entre ellxs con una serie de dinámicas y en un ambiente seguro.
Además de sus múltiples proyectos, Marién Ferré ha fungido como manager de bandas como Enjambre y Porter, papel de representación que actualmente desempeña para el rapero Lobo Estepario y aunque sus logros profesionales han sido florecidos, diversos, lo cierto es que la trayectoria de Marién no ha sido fácil, especialmente siendo mujer en una industria con presencia hegemónica de hombres.
Ser mujer en la industria cultural significa que tienes que esforzarte el doble, y eso a veces no basta”, admite con franqueza. Reconoce que ha enfrentado prejuicios, pero también ha aprendido a usar esos retos como impulso y como red para apoyar a más morras creadoras a crecer.
“Aunque se ve menos, todavía sigue siendo un reto de pronto, que llega un hombre y te dice ‘Quiero hablar con el supervisor’ y tú, 'Pues estás frente a él’ (...) En algunos lugares el hecho solamente de ser mujer significa que prácticamente tenemos que trabajar el doble, eso es algo que tiene que cambiar”, asegura a modo de reflexión.
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Marién Ferré es más que una productora, manager o emprendedora. Es una mujer que transforma ideas en realidades, que lucha por abrir espacios y que inspira a quienes la rodean a soñar en grande. Así, con su energía inagotable y su visión clara, Marién Ferré no solo deja huella: abre camino para que otros también puedan hacerlo.