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Desde 2017, los primeros días de noviembre se han convertido en sinónimo de sónica salvaje, garage y psicodelia cortesía de Hipnosis. Esta edición, albergada en el campo central del estadio Fray Nano, arrancaría sin miramientos rumbo al gran filo nostálgico de los headliners. Esto con la cáustica jazz de Demencia Infantil recién abiertas las puertas del venue.
Mientras el público se familiarizaba con la disposición de áreas intrafestival, tocaba el turno de Laurence-Anne para inaugurar el segundo escenario a filo de soft sound multilingüe. Dando pie a la calurosa tarde que nos esperaba rodeados de gradas y walls of sound.
Melody Fields, Boogarins y El Shirota serían los encargados de transportarnos entre psicodelia y distorsión a lo largo del día, contribuyendo al dinamismo de un público cada vez más encendido a la llegada de Frankie and the Witch Fingers. Los estadounidenses harían gala de su alta energía sobre el templete para marcar un punto y a parte pasada la primera mitad del lineup.
La transición lumínica del atardecer a las primera horas de la noche se sentían como el momento adecuado para visitar la zona de alimentos. Desde hot dogs gourmet hasta barbacoa y opciones veganas, el paladar de los asistentes se consentía tanto como sus oídos. Atravesados por la mezcla de ritmos en el virtuosismo de Mdou Moctar y el grito contestatario de Gang of Four en una histórica primera presentación en suelo mexicano.
La antesala de los estelares se convertiría en una experiencia variada y casi surreal debido a los terrenos sonoros cubiertos por los grupos siguientes. De la experimentación electrónica vía SUUNS, a la brutalidad envuelta fuzz de High on Fire, al jazz neo fusión de Mildlife, los asistentes de Hipnosis no podían sino dejarse atravesar por la multiplicidad de sensaciones entre oído y oído.
Nos enfrentamos a la recta final del evento primero acompañados por el dueto angloparlante The Kills. Quienes arrancarían toda la potencia posible de la drum machine para dar cátedra de la crudeza y musicalidad de rock and roll. El impacto hard sound nos daría tiempo suficiente para tomar aire y respirar momentos antes de que Slowdive se plantara sobre la parte derecha del escenario gemelo. Rachel Goswell y compañía nos transportarían a lo largo de un set tan honesto como expansivo. Resignificando las navajas sensibles de blues driver y reverb en lo más profundo de nuestros oídos.
El cierre de esta edición correría a cargo del proyecto francés Air, quienes exprimirían hasta la última gota de energía dance entre el público nacional. Concentrando un setlist icónicos, visuales absorbentes y un clímax alcanzado al coro de “Sexy Boy”.
La edición 2024 del festival Hipnosis llegaba a su fin entre la catarsis musical compartida, rostros familiares y el house groove de L’éclair acompañándonos en la suavidad de la madrugada restante.