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La banda argentina, Fin del Mundo, ha construido un universo musical donde las emociones se entrelazan con paisajes sonoros cuidadosamente curados. Conformada por Yanina, Julieta, Tita y Lucía, esta agrupación ha destacado en la escena por su enfoque instrumental, cargado de letras profundas y melodías que atraviesan los estados del ser. Desde su primer álbum Todo Va Hacia el Mar, hasta su más reciente creación, Hicimos Crecer el Bosque —que verá la luz este 18 de octubre a través de Spinda Records—, el grupo sigue expandiendo su capacidad para crear experiencias sonoras inmersivas que conectan con su público de maneras inesperadas.
En esta entrevista, nos adentraremos en la creación de este álbum, las colaboraciones que lo enriquecen —como su trabajo junto a Guille Mármol de Eterna Inocencia— y cómo Fin del Mundo busca transmitir esperanza en medio de las dificultades, tanto personales como colectivas. Además, descubriremos cómo la banda ha logrado sorprender incluso a sí mismas, al recibir ovaciones por sus piezas instrumentales, desafiando las expectativas convencionales de lo que una canción debe ser.
Con Hicimos Crecer el Bosque, la banda nos lleva por un viaje emocional, donde cada canción parece tener vida propia. Las letras nostálgicas y las melodías intrincadas nos sumergen en un espacio introspectivo, algo que Yanina describe como parte esencial de su proceso creativo.
No sé si pensábamos desde el ‘transmitir’. Siempre con la música se transmite, creo que nosotras crecimos mucho porque empezamos a conocernos más, todo lo que fue el proceso del disco, estuvimos bastante metidas en cada instrumento, opinando qué nos parece cada cosa, somos bastante detallistas en eso y la verdad que en el proceso lo notamos, fue muy divertido. Principalmente nosotras conociéndonos más, probando cosas nuevas, y generando -algo que nos gusta mucho- el ambiente. La banda principalmente es instrumental, tiene letras bastante agotadas, pero lo que realmente nos interesa es transmitir algo más introspectivo".
"Los transitamos así y nos pasa muchas veces cuando presentamos esas canciones, que sentimos que están atentos, escuchando, por más que las conozcan, se sentía como estar en conexión con la gente”, reveló Yanina.
“Algo que pensamos y, a propósito, desarrollamos de esa forma, es que en este segundo trabajo buscamos una mirada un poco más positiva y esperanzadora que, por ahí lo que logramos sin querer en el primer material de Todo Va Hacia el Mar, que muchos nos decían que las letras eran tristes y nosotras al momento de componer en este nuevo disco, la última canción cierra con una frase súper esperanzadora que dice 'Será que algo mejor nos va a pasar'”.
Cierra con ese mensaje porque particularmente en Argentina estamos viviendo momentos muy complicados a nivel país, que se traslada a cada uno como persona, queríamos ayudar y que este disco, transmita un mensaje de esperanza; hay cosas que pueden estar bien a pesar de que hay momentos duros y muy abajo, podemos estar a flote. Justamente el concepto del disco es un poco eso; pasar por una situación sumamente difícil hasta llegar a un momento de paz y esperanza. Pero para llegar a eso, hay que pasar por momentos complicados”, finalizó Julieta.
Para lograr una profunda introspección y conexión en cada una de las canciones, es necesario mantener una precisión dentro de las guitarras y batería, donde la sincronización de los ritmos y letras profundas, cautivan a su público en cada una de sus presentaciones.
“Un periodista describió lo que hacíamos como 'rock cinematic’, que hace referencia a estar en una película. Cuando a nosotras nos dicen eso no llena el alma, porque buscamos eso, no es casual, no es como que las canciones salgan así nada más".
Nosotras vamos armando como si fuera una película: introducción, nudo y desenlace. Casi siempre es así la manera de trabajar las canciones y cada parte la visualizamos, le ponemos nombre de situaciones; por ejemplo la parte ‘locomotora’, porque nos imaginamos un tren yendo y eso también está bueno, imaginar paisajes al escuchar la música”, añadió Tita.
Una temática llena de paisajes curados a la perfección, donde su ambientación profundiza la dinámica en cada canción; esto las lleva a una gran colaboración con Eterna Inocencia en “El Día de las Flores”.
“Lucía es quien escribe las canciones y en 'El Día de las Flores', desde el momento en que la empezó a cantar, sabíamos que tenía que estar Guille Mármol, fue muy mágico porque lo escuchábamos, nos imaginábamos cómo lo iba a cantar en cada parte”, reveló Julieta.
Es más, nosotras lo teníamos pensado de una manera y yo creo que quedó mejor como quedó en el disco, que como nosotras teníamos en mente. Él es una persona que transmite un montón con la voz, era él al que teníamos que sumar a la colaboración. Tiene eso de la emocionalidad que te quiebra a veces cuando está cantando y está buenísimo”, añadió Yanina.
Una de las piezas clave en esta evolución es el track "Refugio", donde los paisajes sonoros cobran protagonismo. Desde los acordes suaves iniciales, hasta el clímax instrumental cargado de distorsión, la banda juega con las emociones del oyente.
Algo que nos pasaba con esta canción, volviendo al tema de los paisajes, es que a mí me generaba una sensación de estar en un abismo a punto de saltar. Las guitarras me generaban un poco de vértigo y después la fuerza que se da cuando entramos todas juntas, se agarra un poco esto. Justo en esta canción que es instrumental, se planteó desde el principio que si sería instrumental tenía que tener eso de pasar por diferentes lugares o sensaciones”.
"A mí, en particular, me encanta porque estoy muy concentrada y esto que pasa entre nosotras, yo estoy ahí, pero estoy mirando a la baterista y me acerco a una, me acerco a otra, pero me encanta esa sensación de estar nosotras cuatro sintiendo todo lo que está pasando”, comentó Yanina.
Un tema que componerlo -como dice Yani- costó bastante porque buscábamos que tenga distintos ambientes dentro de la canción. Incluso a nivel compositivo es una canción que arranca en cuatro cuartos, que es un compás y después pasa a tres cuartos y eran cosas que no habíamos hecho nunca, que decidimos experimentar en esta canción”.
“Súper influenciadas por nuestras bandas preferidas de post rock; esa canción para mí estrictamente es super post rockera y pensamos que no la íbamos a tocar mucho en vivo, teníamos la concepción de que no iba a ser muy interesante tocar en vivo. Pensamos que la gente se iba a aburrir, dijimos 'es instrumental, no van a poner atención'. Sin embargo nos terminaron aplaudiendo; siempre me gusta presentarla como 'ahora vamos a tener una canción instrumental' y a la gente le encanta. Uno creería que la tendencia es distinta, las bandas tienen mucha voz, sin embargo aún hay gente que le gusta escuchar solo instrumentos y disfrutan de eso”, finalizó Tita.
Con Hicimos Crecer el Bosque, Fin del Mundo demuestra que su capacidad para construir paisajes sonoros sigue en plena expansión. A través de melodías introspectivas, letras nostálgicas y una maestría instrumental que envuelve, la banda nos ofrece una experiencia que trasciende lo meramente musical.
Este álbum, que refleja tanto la evolución personal como colectiva de sus integrantes, verá la luz este 18 de octubre bajo el sello de Spinda Records. Un álbum que te cautivará con su atmósfera envolvente y su mensaje de esperanza, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para que florezca algo mejor.