Anohni and the Johnsons en el Teatro Metropólitan

Sensatez y sentimientos.

La fresca llegada del otoño se convirtió en la ocasión perfecta para recibir el regreso de ANOHNI a la Ciudad de México. Acompañada por su mítica banda The Johnsons, la intérprete dio pie a una velada llena de melancolía, ternura y una que otra risa en un casi lleno Teatro Metropólitan.

En punto de las 21:15 H, el lugar se llenó de lúgubres claroscuros mientras una figura bailaba y hechizaba cada esquina del escenario ataviada toda en blanco y con una cornamenta sepulcral, como introducción a la ceremonia que acontecería. Poco después, la autoproclamada “reina blanca” tomó el micrófono, con una altura imponente solo superada por la potencia de su voz para comenzar los ritos con “Why Am I Alive Now?”.

The Johnsons, un conjunto completísimo con dos guitarras, bajo, piano, percusiones, vibráfono y sección de cuerdas y vientos, adornó galantemente cada canción, desde la nominada al Oscar “Manta Ray” y la abrumadora “4 Degrees” hasta la catártica “Hopelessness”, y pasando también por clásicos como “Another World” y “You Are My Sister”.

Es importante hablar de la voz de ANOHNI en calidad de interpretación como de manifiesto. La inglesa criada en Nueva York se mostró vulnerable al mismo tiempo que excitable, con tanto que expresar. Hacía largas pausas entre canciones para hablar acerca de los derechos de mujeres trans, la discriminación, la destrucción ambiental y una que otra anécdota de su adolescencia -incluso hasta irrumpiendo a la mitad solamente para sacarse una espinita filosófica-. Sin duda, es una artista con una mente y sentimientos que van a 1000 por hora y sin detenerse; como platicar con una vieja amiga que recurre a la bohemia a la menor provocación.

Entre los monólogos y movimientos de diva de jazz, ANOHNI se mostró agradecida y humilde entre el público, favoreciendo a quienes no podían tener voz y voto para poder brindarles los suyos en su posición como artista. Y así sin más concluyó el concierto con las magistrales “Man is the Baby”, “Her Eyes Are Underneath the Ground” y “Hope There’s Someone”… que paró repetidas veces para compartir soliloquios repudiando su crecimiento religioso y el como sus composiciones le ayudaron a crear y escapar a un mundo sin dogmas y prejuicios. 

Así concluyó un concierto para recordar, una noche de ensueño en donde ANOHNI & the Johnsons nos animaron a abrir nuestras mentes y corazones. Esperemos que no demoren mucho nuevamente para poder pisar tierras aztecas y dejarnos igual de deslumbrados.

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