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El Museo de Arte Moderno del D.F. inauguró hace poco la muestra retrospectiva de la artista Martha Pacheco titulada Excluidos y Acallados. En ella, la pintora tapatía realiza un extenso estudio de sus dos obsesiones vitales: locos y muertos.
Nuestro descenso por los pasillos circulares del museo empieza con la deconstrucción de la locura a través de retratos en primerísimos primeros planos de la esquizofrenia y la psicosis, y culmina plácidamente en las mesas de una sala de autopsias. Allí, la pintora retrata, con fotográfico detalle, la placidez de los cadáveres reposando sobre mesas de aluminio, los colores pastel de los órganos internos o las últimas miradas de agonía de ojos acuosos y vacíos.
A lo largo de los cuadros que componen la muestra se puede apreciar la evolución de la artista en la que, poco a poco, somos testigos de su progresivo descenso a los infiernos. Sí, leíste bienm, una evolución no siempre tiene que ser positiva ni luminosa. A veces, la evolución profunda, visceral, aquella que acompaña nuestras pesadillas, es la que nos permite sacar lo más oscuro que tenemos dentro para volverlo, contradictoriamente, luz. Eso es, precisamente, lo que logra Pacheco a través de sus cuadros.
Excluidos y Acallados, curada por Alicia Lozano, se presenta en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México (MAM) de martes a domingo de 10:15h a 17:30h hasta el 21 de julio.