A 25 años de 'This Is Hardcore' de Pulp

Sí, Pulp vaticinó este mundo superficial: a 25 años de This Is Hardcore.

En 1997, Bill Clinton iniciaba su segundo periodo como presidente de Estados Unidos. Titanic llenaba las salas de cine de todo el mundo. El robot Pathfinder de la NASA aterrizaba en Marte. La princesa Diana fallecía en un accidente de automóvil en Francia. Se estrenaba South Park. En las radios sonaban, ininterrumpidamente, las Spice Girls y los Backstreet Boys. Y los Pulp todavía disfrutaban de la fama, regalías y portadas que habían logrado con su exitoso disco Different Class, lanzado dos años atrás. Pero, mientras el mundo seguía girando entre titulares y flashes de cámaras, Jarvis Cocker y compañía habían empezado a grabar su manifiesto rock sobre este planeta desbocado: This is Hardcore (Island, 1998), su sexto álbum de estudio.

Porque, si bien sus colegas de Radiohead pronosticaban un futuro artificial y digitalizado en su hoy indispensable OK Computer, Pulp estaba allí para recordarnos que ya estábamos deshumanizados y mediatizados. Que la clase media tendría ordenadores, pero no suficientes antidepresivos.

Nueva fama, nuevos egos

Different Class (Island, 1995) representó un tremendo éxito comercial y de críticas para la banda, aunque en los meses siguientes les generó conflictos internos y personales. Haber coronado la ola del britpop provocó pequeñas rencillas y subidones de ego que fueron incrementándose. Por su parte, Jarvis Cocker se había convertido en un ídolo generacional y de masas en el Reino Unido; sobre todo, luego de un recordado incidente: en febrero de 1996, en plena gala de los Brit Awards, el músico se subió al escenario donde Michael Jackson interpretaba “Earth Song” para intentar sabotear la actuación. Terminó arrestado, pero los tabloides aplaudieron.

Eran tiempos de poca productividad y mucha cocaína para él, quien había canjeado esa inteligente ironía de canciones como “Common People” o “I Spy” por mero sensacionalismo. La fama a cualquier costo. Aunque Cocker no estaba preparado para ello, según confesó en una reciente entrevista: “Me situé en un nivel de popularidad que no sabía que existía. [El incidente con Michael Jackson] tuvo un tremendo efecto perjudicial en mi salud mental. En Inglaterra, de repente, me consideraban un loco y ya no podía salir a la calle”. Entonces, se mudó a Nueva York para redimirse con la música y escribir nuevos temas desde el aislamiento.

Así compuso “Help the Aged”, canción que marcaría el génesis de This is Hardcore. La describió como una pieza donde “aparezco solo yo quejándome de envejecer”. "Aborda temas personales porque ahora tengo 34 años. Y soy consciente del proceso de envejecimiento desde hace un par de años. No es una súplica sincera para ayudar a la gente a cruzar la carretera", explicó Cocker en su momento. Con ese potencial sencillo bajo el brazo, en noviembre de 1996 convocó al resto de la banda para grabarla en el estudio The Town House, en Londres. El guitarrista Russell Senior expresó su disgusto con la canción y renunció argumentando diferencias musicales. “No es creativamente gratificante estar en Pulp”, dijo antes de patear la puerta.

Acudieron al llamado el guitarrista Mark Webber, el bajista Stephen Mackey, la tecladista Candida Doyle y el baterista Nick Banks, además del productor Chris Thomas, uno de los gestores del sonido alcanzado en Different Class.

Reflexiones art rock

“Help the Aged” fue el primer track que terminaron de grabar para el nuevo disco. Quedaba claro el giro musical y lírico que tomaba Pulp: en lugar de priorizar las melodías memorables y los versos mordaces, le hacían espacio a sonoridades más sombrías y letras claramente introspectivas. Un cambio que no había convencido a Russell Senior, y que probablemente tampoco convencería a esos miles de jóvenes que los seguían debido a “Disco 2000” y los tabloides. Pero corrieron el riesgo.

Cocker asumió otro reto: con los lentes de las cámaras sobre él, decidió sostener un espejo para que la gente empezara a mirarse a sí misma. En “Glory Days”, otra de las primeras canciones que escribió para This Is Hardcore, reflexionaba sobre su recién adquirida fama y el rol de la sociedad en ese circo mediático: “Estos días de gloria pueden pasar factura / Así que atrápame antes de que me convierta en oro / Sí, nos encantaría escuchar tu historia / Mientras nos diga dónde estamos / Que donde estamos es donde debemos estar / Oh, vamos, invéntate a ti mismo / No necesitas a nadie más”.

En “The Fear”, la guitarra chirriante de Webber –propia de una película de terror– se confunde con el primer verso: "Este es el sonido de alguien que pierde el rumbo / Creyendo que está bien cuando no lo está". Se nos narra la angustia y la paranoia social entre sonidos exagerados  (“Así que ahora sabes la letra de mi canción / Muy pronto todos estarán cantando / Cuando estés triste, cuando estés solo, y todo salga mal / Cuando ni siquiera puedes definir qué es lo que te asusta / Esta canción estará aquí”). Un tributo a la alienación que, posteriormente, sirvió como arranque del álbum.

La canción que da título al disco es un punto aparte: “This Is Hardcore” resume el concepto general que une al resto de canciones. “Es un poco sobre la fama. Acabé viendo mucho porno durante las giras de esos años. Si vuelves al hotel y no tienes nada que hacer, pones el canal para adultos y echas un vistazo… Es la forma en que la gente se acostumbra. Ves a las mismas personas en las películas, y parecen estar muy vivas, y luego ves una película de un año más tarde y algo se ha ido en sus ojos. Puedes ver que lo han hecho todo y que no tienen a dónde ir. Me pareció que había algo realmente conmovedor en eso. Parecía muy similar a la forma en que se utiliza a la gente en el negocio del entretenimiento”, explicó Cocker sobre este single años después.

Esto es lo que somos

This Is Hardcore tomó forma después de catorce meses en el estudio. En enero de 1998, la banda terminó de grabar los 11 temas considerados para el tracklist final. Para la portada del álbum, se realizó una sesión de fotos con la modelo Ksenia Sobchak, bajo la dirección de Peter Saville y el artista estadounidense John Currin, conocido por sus pinturas con formas femeninas exageradas. También se organizó una campaña publicitaria con carteles colocados en el metro de Londres, los cuales fueron intervenidos por grafiteros con frases como “This is demeaning” (“Esto es degradante”), “This is sexist” (“Esto es sexista”) y “This offends women” (“Esto ofende a las mujeres”).

El prelanzamiento ocurrió el 25 de marzo de 1998, durante una fiesta privada celebrada en el hotel Hilton de la capital británica. Pulp ofreció allí un breve concierto ante más de 400 personas, donde interpretaron “Seductive Barry”, “Party Hard”, “Dishes”, entre otros temas. Cinco días después, el 30 de marzo, el disco llegó a las tiendas y las páginas de la prensa musical. Aunque hubo un entusiasmo inicial entre la crítica especializada, no tuvo el éxito comercial de su antecesor: en su primera semana en los mostradores, vendió algo más de 50.000 ejemplares; un 62% menos que lo registrado por Different Class.

Las comparaciones eran inevitables y ya se hablaba de la muerte del britpop en manos de Cocker y compañía. Sin embargo, visto en retrospectiva, ellos no hicieron otra cosa que anticiparse a una muerte anunciada: a finales de los años noventa, Oasis y Blur ya habían subido la distorsión a sus guitarras, al mismo tiempo que dejaban de cantarle al amor posadolescente. Los veinteañeros se estaban convirtiendo en treintañeros, y tocaba ponerse serios, aunque el costo inicial fuese perder a una base de fanáticos nostálgicos. No obstante, los Pulp siempre han estado orgullosos de las decisiones que tomaron entre 1996 y 1998.

This Is Hardcore es oscuramente poderoso. Uno de los temas básicos de ese disco era tratar con algo superficialmente atractivo que, cuando te acercas, es en realidad bastante repulsivo, y estoy orgulloso de él porque lo transmite. Pero cualquiera que lo haya escuchado estará de acuerdo en que no es un disco hecho por gente satisfecha. Es un disco sobre la desilusión. Si te tomas en serio lo que haces, lo que sientes tiene que reflejarse en tu música. Así que me alegro de que no intentáramos ocultarlo y seguir como si todo fuera bien”, dijo Cocker en una entrevista con Spin. Veinticinco años después, toca agradecerle por sostenernos este espejo durante tanto tiempo.