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Polydor / 2023
Lo que hace casi 10 años era el foco principal para criticar a Elizabeth Grant, hoy se ha convertido en un sello que nadie ha podido igualar: su capacidad del detalle y descripción. Pese a que estos años se ha mantenido prolífica en cuestión creativa (lanzando dos discos y un libro de poemas) hay un breve lapso de tiempo en este nuevo trabajo y los anteriores, que ha hecho la diferencia y la regresa al ruedo en forma. Did You Know That There's a Tunnel Under Ocean Blvd es una vuelta a nivel composición a la altura de Norman Fucking Rockwell.
Lana presenta un disco grande y espacioso. Donde los sutiles detalles de Blue Banisters creaban ambientes sonoros delicados; aquí son coros, orquestaciones a piano y cientos de capas de voz las que acompañan a una narradora que esta ávida de contar (no importando si hay detalles irrelevantes) ya sea su visión de la vida familiar americana en “The Grants” o si algún día habrá una oportunidad para formar un vinculo amoroso solido (y tal vez una familia) en el track que da nombre al disco. El ejercito de la compositora se compone de su escudero de los últimos años Jack Antonoff que pese a las criticas es el que mejor la entiende en esta aventura. Benjí, Zach Dawes, Drew Erickson y Mike Hermosa son los nuevos colaboradores que pese a lo diverso de sus carreras, crean un producto homogéneo y grandilocuente que encuentra en el góspel el eje sonoro para este viaje.
En “Fingertips” una sección de cuerdas oscura acompaña a la voz de Lana que se apoya de capas para dar profundidad a su voz. Lo mismo sucede en “Fishtall” y es gracias a las melodías que evitan ser planas, que estos temas de casi 5 minutos no se sienten redundantes. Ello no evita que el disco caiga por momentos, como en los irregulares "Paris, Texas" al lado de SYML y el título de canción más largo de su carrera "Grandfather Please Stand on the Shoulders of My Father While He's Deep-Sea Fishing", junto a Riopy.
En contraste el regreso al hip hop se da de la mano de "A&W", tema de 7 minutos que deriva una base de trap que nos recuerda a la autora de intenciones 100% pop de la década pasada. "Peppers" no habla de comida pero si de Anthony Kiedis y compañía, en uno de las canciones más divertidas que ha lanzando en años, aquí en compañía de Tommy Genesis. En “Taco Truck x VB” incluso se atreve al autosampleo, dándole una nueva vida a "Venice Beach", prueba de que, lo que parece un ejercicio de improvisación son en realidad, cientos de horas de trabajo.
Father John Misty parece una opción segura, pero es el que mejor la entiende y "Let The Light In" promete ser una sorpresa para quienes buscan otro clásico. Jon Baptiste aparece unos segundos en “Candy Necklace”, pero después nos entrega una joya de interlude que se convierte en uno de los puntos altos del disco.
En este ultimo apartado, Lana utiliza estos espacios sonoros para acompañar el viaje a su iglesia, lo mismo se habla de la fe, que del amor, que de la búsqueda de la felicidad. El truco de producción es tan exacto que no se sabe si Del Rey es la autora o es otro sampleo de origen desconocido. La autora siempre deja un espacio abierto para que el escucha averigüe, pero en esta ocasión la pregunta es más abierta que nunca ¿Qué es lo que queda después de mirar con detalle hacia el pasado?.
En la dulce y llena de contrastes “Sweet” Lana canta sin temor “Soy un tipo de mujer distinta, si lo que estás buscando es una perra básica”. Después de 8 discos y con claras intenciones de no detenerse Lana Del Rey aun es capaz de sorprender, tal vez no haya nuevos fans, tal vez no haya un giro de 180°, pero con un poco de atención, sabes que la monotonía no forma parte de su persona.