Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
No recuerdo exactamente cuántas veces ha venido Tame Impala a la Ciudad de México y tampoco cuántas de esas he podido disfrutar el show, pero sin duda todas han sido una gran experiencia que repetiría una y otra y otra y otra vez. La vida ha cambiado desde aquella ocasión en la que el COVID atacó y nos arrebató la fortuna de tenerles en el mismo escenario que Clairo y MGMT, desde entonces mi mente no deja de pensar que ese pudo haber sido “el show”, pero en fin; este 2023 decidió recibir en su tercer mes a los australianos para continuar con el Slow Rush Tour y no cancelarlo por nada del mundo, eso evidentemente incluye fracturas de cadera por parte de Kevin Parker.
Si hay algo que ECO hace bien, es ser puntual y esta no fue la excepción. A eso de las nueve de la noche el Palacio de los Deportes aún no estaba lleno pero eso no impidió que Cuco apareciera para robarse la atención de todes los presentes. El chicano está en su momento más psicodélico y eso combina a la perfección con Tame Impala. En 45 minutos de set Cuco se aventó una canción nueva, inédita y muy experimental que se acompañó de ranas y payasos caminando en las coloridas pantallas que brillaban a su espalda, pero también llegaron rolitas como “Lo Que Siento” y “Under The Sun”, que nos pusieron a todes en un mood buena onda y listo para recibir lo estelar de la noche. Antes de despedirse, Cuco se encargó de tomarse un minuto para lograr que las personas que estábamos en el espacio general pudiéramos respirar bien y no nos sofocáramos entre sí, pero también mencionó sentirse orgulloso de ser mexicano y feliz de compartir el momento con seres que comparten sus raíces.
Poco a poco el lugar comenzaba a dejar de tener espacios vacíos, y es que más de 17 mil personas estábamos a punto de vivir un momento mágico en el que no sabíamos muy bien cómo iba a funcionar con Kevin Parker sin estar al cien. Sentado, con muletas, en una cama, en un trono…, nadie sabía. De un momento a otro todas las luces se apagaron y el video introductorio apareció en la pantalla para recetarte un buen rushium.
Tame Impala apareció y “One More Year” fue la primera rolita, así, igualito que en The Slow Rush, y poco a poco llegaron más. “Borderline”, “Nangs”, “Mind Mischief” y “Breathe Depper” le abrieron paso a que Parker pidiera que todo se volviera una locura al estilo de la CDMX y fue como inició “Elephant”, ese clásico en el que sabes que si no brincas vas a sentir que el piso se mueve porque todes los demás lo están haciendo. En los momentos en los que Kevin interactuaba con el público se podía notar que lo estaba disfrutando mucho y ninguna complicación médica iba a hacer que no lograra su cometido.
Entre muletas, una silla y luces que viajaban entre azul, rojo y amarillo, Parker mencionó que ama este país y a su gente, también dijo “mi cuerpo está ligeramente roto, pero mi espíritu está al cien por ciento” y así fue como las 19 canciones que dieron vida al show culminaron con “New Person, Same Old Mistakes” para que tras el encore aparecieran “The Less I Know The Better” y “One More Hour”.
Si algún día tienes la oportunidad de estar en un concierto de Tame Impala, aprovéchala.
@indierocksmagazine ¿Hay algo que Tame Impala no haga bien? ✨ Su show en CDMX es fue una fantasía. #tameimpala #concert #cdmx #music #indierocks ♬ sonido original - Indie Rocks!