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“No tenía el más mínimo interés en ser la musa de alguien. No soy una musa. Soy ese alguien. Fin de la maldita historia”.
Daisy Jones
Además de escribir acerca de largometrajes vinculados al universo del rock, en este espacio también damos cabida a algunas series que también aluden a ese tema, como es el caso de Todos Quieren a Daisy Jones (Daisy Jones & The Six), miniserie producida y recién estrenada por la plataforma digital Amazon Prime Video.
El serial está basado en la exitosa novela homónima publicada en 2019, escrita por la norteamericana Taylor Jenkins Reid, quien a su vez obtuvo la inspiración de su novela de la agrupación musical Fleetwood Mac, de la cual la escritora era aficionada. Y sigue los pasos de una agrupación ficticia llamada Daisy Jones & The Six, la cual el 4 de octubre de 1977 ofrece el que sería su concierto de despedida de los escenarios, tras de lo cual la banda se desintegra por motivos nada claros.
20 años después, sus integrantes rompen el silencio y aceptan ser entrevistados para tratar de dilucidar lo ocurrido, y es ahí, de forma retrospectiva, como arranca la trama sobre la historia de la banda, contando desde sus orígenes hasta sus últimos momentos juntos. El personaje principal de la historia es la propia Daisy Jones, interpretada por la actriz californiana Riley Keough, quien hace uno años protagonizara otro famoso biopic sobre la agrupación femenina The Runaways, y quien además es hija de la recién fallecida Lisa Marie Presley, y por ende nieta del famoso Rey del Rock and Roll, Elvis Presley.
Keough da vida a una vital Daisy Jones quien, como muchas jóvenes de los años setenta, siente afición por el rock y el pop de esos años. Pero ella no desea ser una groupie, ni una amante ni la musa inspiradora de una estrella musical, sino que ella misma desea convertirse en una estrella. Y posee una voz y un talento con los cuales le es posible lograrlo.
De forma paralela, se narra la historia de los que, en un momento dado, se convertirán en los integrantes de la agrupación con la cual Daisy hará historia, encabezados por Billy Dunne (Sam Claflin), quienes a su vez tienen el sueño de convertirse en una agrupación famosa al igual que aquellas a las cuales idolatran.
Así, cada capítulo de la serie (intitulado como si cada uno se tratase de un tema musical que forma parte de un álbum) va revelando al espectador un pedazo de la historia de los involucrados. El inicio de su búsqueda por la fama, sus primeros tropiezos y descalabros, el momento en que se encuentran y deciden fundar la banda con el nombre de Daisy Jones & The Six, los momentos mágicos que dan pie al nacimiento de los temas musicales que se convertirán en grandes éxitos, su ascenso a la fama, y finalmente, los eventos que propiciaron su separación personal y musical.
Narrada a modo de falso documental combinado con el estilo de un drama tradicional, la serie sobre una banda que busca hacerse un nombre y triunfar no pretende, ni con mucho, presentar algo novedoso. De hecho, guarda estrechos paralelismos con el filme Casi Famosos (Almost Famous, Cameron Crowe, 2000), en especial por mostrar los entretelones de una agrupación rockera quien está alcanzando el éxito, pero ello conlleva una serie de conflictos y situaciones que se salen de control, y que a la postre desatará la inevitable debacle.
Sin embargo, y al igual que pasaba con Casi Famosos, su punto más fuerte es justamente, el retrato de una época la cual, como dice uno de sus personajes de la serie, era la mejor para ser rockero: el inicio de los setenta, donde inicia el declive del movimiento hippie y el punk está ya a la vuelta de la esquina, pero donde también las grandes estrellas del rock siguen dominando el panorama musical. Una década que le tocó ver nacer a varias de las producciones más emblemáticas en la historia de este género musical, y desde luego, fue una de sus épocas doradas.
La añoranza emanada de ese tiempo es capitalizada por Todos Quieren a Daisy Jones no solo a través de la recreación de época, sino también a través de una serie de referencias que aluden tanto a solistas y agrupaciones como The Byrds, Led Zeppelin, Patti Smith, Yes, Ten Years After y Carole King, entre otras, como a santuarios musicales como el Whisky a Go Go.
Sobra decir que, a ese respecto, el soundtrack es una verdadera delicia, donde además de algunos temas propios de esa década, se suman algunas composiciones originales alegóricas a ese período, interpretadas por Riley Keough y Sam Claflin, y compuestas y producidas por Blake Mills y Tony Berg, contando con la presencia de los músicos Jackson Browne, Marcus Mumford, Chris Weisman y Phoebe Bridgers.
Así que para aquellos que anden buscando algo con espíritu y nostalgia setentera, dense una vuelta por la mencionada plataforma y denle un vistazo a esta miniserie.