Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
En compañía de un frío ambiental, el otoño trajo de nueva cuenta a Beach House a la Ciudad de México. Miércoles de “asueto” a medias. No habiendo mejor marco para su presentación, este Día de Muertos el dúo de Baltimore inundó con su dream pop las instalaciones de un Pepsi Center WTC que lució lleno.
Una especie de neblina combinada con olor a pan de muerte y cempasúchil se asienta sobre la capital mexicana. Con la gente apenas acostumbrándose al cambio de horario (de ahora en adelante, único y definitivo) desde las 18:00 H, el recinto de la colonia Nápoles abrió sus puertas para recibir las oleadas de chicos con semblante triste.
Con una capacidad apenas considerable y tras haber esperado varios minutos con una poca atinada playlist en el sonido local que incluyó temas de Kapaz de la Sierra, Alicia Villareal, Los Tigres del Norte y similares, la audiencia recibió con agrado la actuación de Estereomance. Este proyecto originario de Ciudad Juárez que apenas hizo su debut en CDMX en septiembre pasado gracias a #HipnosisPresenta fue del agrado del público que quedó sorprendido con sus capas de sonido oscuro y una interpretación teatral a cargo de sus dos vocalistas Paulina y Adria.
30 minutos fueron suficientes para dejar a los espectadores ambientados y listos para recibir una buena dosis de melancolía inyectada directamente en las venas. Esta vez, canciones de Rocío Durcal y Juan Gabriel, amenizaban la espera. Aforo ya bastante más nutrido y apretado. De pronto, “El muchacho de los ojos tristes” augura una velada llena de sentimentalismo.
No pudiendo ser de otra manera, el recital comienza con “Once Twice Melody”, el tema que da titulo a su más reciente producción discográfica salida a la luz en febrero de este mismo año. Victoria Legrand y Alex Scally, acompañados de James Barone en la batería se encargaron de poner los sentimientos a flor de piel desde el primer momento.
Sin perder un minuto llega “Silver Soul”. Para celebrar los 10 años de su emblemático Bloom las primeras notas al teclado de “Lazuli” levantan gritos de emoción contenida y coros de sirenas.
Haciendo honor a su nombre, “Levitation” nos hace despegar los píes de la tierra. El calor humano se asienta al ritmo de “Dark Spring”. Sabemos que Victoria es una mujer de pocas palabras, pero cuando dice algo viene del cora; agradece el apoyo y resalta que el cariño es mutuo. “Take Care”.
“Superstar” explota con una alucinante serie de visuales multicolor que nos dejan en estado de sinestesia. “10 Mile Stereo” para clavar la cabeza en el suelo y dejarse llevar por los teclados que van evaporándose y llevándose lejos las heridas del pasado.
Momento de navegar entre desilusiones y sueños rotos con “On the Sea”. “Drunk in LA” y “Space Song”, anuncian el clímax. Más de una hora y media se ha ido diluyendo poco a poco en nuestros oídos. Tras sus dos fechas en Monterrey y Guadalajara, la banda agradece de nueva cuenta la paciencia del público mexicano por la espera y se prepara para embarcarse rumbo a Brasil para su participación en el Primavera Sound de São Paulo junto a Arctic Monkeys y Björk el próximo sábado.
Una enorme bandera de cuadros negros y blancos nos devora acelerando el pulso a la velocidad de los autos de la fórmula uno. “Lemon Glow” para navegar a través de la galaxia. “Over and Over” para quedar flotando en medio de la inmensidad y creer que todo es posible. Aplausos, ovaciones, gritos. “Otra, otra, otra”...
Ver esta publicación en Instagram
Tras una breve pausa vuelven para un cierre de ensueño: “Myth”.