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A 15 años del disco homónimo de Liars

A 15 años del disco homónimo de Liars

28/Ago/2022

Liars siendo Liars.

Se cumplen 15 años del lanzamiento del material homónimo de la banda Liars. Cuarto álbum que destaca por su originalidad (aunque eso se puede decir de todos sus materiales), dentro de una prolífica carrera de más de 20 años. Con una discografía, como pocas, llena de experimentación y peculiaridades.

El proyecto de Angus Andrew, rompía nuevamente con lo presentado en el disco anterior, Drums Not Dead (2006), así como éste, lo hizo con su antecesor y lo mismo aquel, con el suyo, tradición que continua hasta nuestros días, haciendo de la ruptura su estilo. Al contrario de muchos de sus contemporáneos, quienes decidieron explotar sus sonidos hasta el cansancio, quedando atrapados en sus formas, lugar y tiempo, siendo víctimas de su propio éxito, Andrew y compañía, daban de nueva cuenta un golpe de timón, abriendo otro camino por recorrer.

Mientras la primera oleada de grupos surgidos a principios del nuevo milenio agotaba sus fórmulas de estribillo y estrofa en apenas su primer o segundo material, Liars hacia lo contrario, renovando su proceso y consolidando un método de trabajo que se convertirá en su sello distintivo. “Plaster Casts of Everything” nos da la bienvenida a un material que dejaba atrás los sonidos experimentales, polirítmicos e improvisaciones, virando hacia ritmos más crudos y salvajes, este tema de apertura genuinamente punk rock, emerge de forma directa de una noche cualquiera en el CBGB.

liars liars

Lo que viene a continuación es un recorrido por la periferia, por los géneros marginales de las décadas de los 60, 70 y 80 y redoblando la apuesta, lo hacen por el borde exterior de estos. Art rock, garage, industrial, dark wave y post punk entre otros, se combinan en cada una de las 11 canciones, que son la suma de sus partes y más. Houseclouds” por ejemplo, es una mezcla de math rock y hip hop, para ofrecer la versión más mainstream del grupo, mientras que “What Would They Know” se encuentra en el lado opuesto del espectro musical, con guitarras desgarradas en un par de acordes y voces sombrías como una especie de proto grunge, algo digno del lado b de alguna cinta perdida de una banda desconocida, que serviría de inspiración para toda una escena.

Clear Island” ofrece una vista de ese movimiento imaginario que Liars inició algunas canciones atrás, refinando su propio estilo, creando, evolucionando y terminando una tendencia en unos cuantos minutos. Y el fin de todo es “Protection” que recopila lo aprendido y resume lo escuchado en una canción, porque cada tema de cierre, es un sello, con el que concluye ese material y da pie a la siguiente fase de la banda. Detalles como la creación del Moodswinger (un instrumento especial fabricado exclusivamente para la producción del disco), pasan a segundo término cuando sólo es un dato curioso y no el centro de atención, es uno de tantos elementos que componen cada una de las piezas del álbum que, a su vez, es una dentro de la obra general de Liars.