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¡Maldita sea la pandemia! Antes de que el tiempo se congelara por dos años en un limbo interminable, Camila Moreno andaba presentando Pangea con una serie de conciertos que eran una completa locura… ¡Y nos los perdimos!, ¡Porquería de pandemia!
Pero por fin tenemos a la Camila de regreso en una pequeña gira que inició en Puebla, llegó a la CDMX con dos shows acústicos, uno más privado e intimo que el otro y cerró en el Foro Indie Rocks! para quemar el reino y todo a su paso.
Completamente sola arriba del escenario, rodeada de instrumentos sin dueño y armada solo con una laptop, MARÍA se trepó a la tarima a refinarse unas cuantas rolitas de pop electrónico con letras de empoderamiento y amores pasados.
¿El público la recibió bien? Hubo algunos que tardaron en entender lo que estaba pasando, pero al final terminaron bailando, aplaudiendo y tomando videos. Pero lo importante aquí es que ella se trepó sin miedo a derramar la vibra sensual que impregnan sus canciones.
La pantalla arriba del escenario nos introduce a la experiencia conceptual que estamos por vivir, las luces rojas y azules comienzan a iluminarnos y Camila Moreno se planta frente a nosotros en forma de trio para dar inicio con “Rey”.
La gente ama a la Camila, todos bailan, gritan, aplauden, están contentos de estar junto a ella gozando la nueva música… Y de repente algo sale mal con los samples de la laptop, hay un breve silencio extraño y la cara de la Camila explotando de enfado mientras se arregla.
Camila Moreno se despoja de dos kilos de ropa y da indicaciones a su público para cantar la siguiente canción: “Es Real”. “Que se acaben Kast y Piñera, vamos a quemar el reino, todo gratis y todo gay”, ese nuevo coro suena bastante bien… Sobretodo la parte gratis y gay.
Para combatir a todos los farsantes que deben ser eliminados del nuevo mundo se necesita un poco de ayuda. Al trio post apocalíptico se le une MARÍA para cantar “Déjame”, canción que originalmente canta con Lido Pimienta y Ximena Sariñana.
Se abre un portal para dejar entrar canciones del pasado y los hermanos Durán de Los Bunkers se unen a la Camila para interpretarlas. El primero en salir es Francisco Durán quien con un bajo Rickenbacker como arma toca “Tú Mamá Te Mato” y “Sin Mi”.
Mauricio Durán hace relevo y se sube con una poderosa Fender Jaguar color crema para darle punch a “Libres y Estúpidos” e “Incendié”, logrando darles esa energía que necesitan esas canciones para ser cantadas a volumen alto.
Una de las cosas que más agradecemos y amamos de Camila es que no tiene miedo de entregarse al público por completo y desnudar su alma.
En un momento Camila dice algo como: “Estoy harta de la amplificación”, se desconecta de todo y sale Paz Court a acompañarla a cantar una parte de la trilogía del despecho: “Lo Cierto”, ellas dos y una guitarra acústica al demonio.
En “Villano”, mi favorita de favoritas del Rey, son dos guitarras acústicas solamente, sin batería, sin samples, solo dos guitarras sonando y Camila Moreno dejando que la voz se eleve.
“Te Quise”, otra más de la trilogía del despecho, es solo Camila y su piano. Solo con guitarra eléctrica en mano, Camila interpreta “Raptado” y “Ojos Azules” a petición del público.
Pero la parte más intima del concierto es cuando Camila se despoja de todo, no hay ningún instrumento sonando, solo ella y su voz cantando “Corderito Mío” un poema de Gabriela Mistral que forma parte del Rey.
Toda esta sección fue la que más disfruté del concierto, no quería se acabara nunca, Camila tampoco quería irse, ojalá hubiera durado hasta la eternidad, cantando canciones de toda su discografía u otras que fueran saliendo a vuelo.
Claro, hubo varios errores técnicos. Los detalles técnicos comenzaron con samples salidos de control, sobre la marcha hubo micrófonos que no sonaban, guitarras con amplificadores apagados y uno que otro sample con un volumen muy bajo.
Pero una de las cualidades de un en vivo de Camila Moreno es que sus canciones suenan con mucha más potencia y las sensaciones que impregnan cada una de sus rolas incrementan su poder en comparación a las versiones de estudio. Eso es lo único que importa al final.