El paraíso de las almas caducas.

Sneers es un dúo proveniente de Berlín, pero actualmente reubicados en Roma. Conformados por Greta Blaankart, voz y guitarra y Leonardo Stefenelli, batería; su sonido danza entre las atmósferas del suroeste gótico, adornado de una combinación melancólica, lúgubre y con guiños minimalistas que recaen en arreglos y líricas casi litúrgicas.

La banda publica su segundo material de estudio Tales For Violent Days (God Unknown Records, 2022), y con él, en 9 tracks que responden a la somnolencia de algún ritual perdido entre pantanos. La agrupación se engalana de voces ríspidas y letras poco alentadoras, en pesadillas que recorren acordes lentos y continuos en un círculo que no acaba de cerrar por completo. La dúo entrega una placa con un armamento muy diferente a su trabajo anterior, Heaven Will Rescue Us, We’re The Scum, We’re In The Sun (God Unknown Records, 2018), donde la banda se diferencia de su lanzamiento predecesor, y se sumerge en un mar de temblores y claustrofobia, ansiedad y una necesidad de reflejar un mundo lleno de oscuridad y sangre en un despliegue de furia e incontinencia.

Desde su primer corte, "For Violent Days", la voz de Greta, hace temblar los acordes, y la batería se balancea entre ritmos violentos que hacen que las historias de Greta se  vean encontradas un cauce cáustico y busque una salida lógica en la naturaleza de su música. Otro corte que rescata ese sentimiento vampírico es, "As Old As The Gulf War", un track que incorpora esa fusión de ambos músicos, una sinergia que va tan bien y entrelazan su esencia en un creación sonora única. Mismo tema, donde se realza la producción de Federico Zanatta (Father Murphy), que cabe recalcar, una convergencia de ideas en un universo similar.

"A Fate Worse Than Death", es otro corte que recupera esa sensación de abandono, entre voces cortadas y arreglos que saltan de un lugar a otro, con una batería convulsivante y letras que, se transforman conforme busca una salida agresiva como lo es la misma naturalidad del disco. "One Day", cierra el disco, un canto funerario que acompaña una conclusión heroica, entre golpeteos que resuenan por detrás de la cabeza, y se acompaña de un sermón por nada clerical pero si solemne que cuenta visión surrealista e irreal y se empapa de una oscuridad densa y profunda.

For Violent Days, muestra la cara de una banda que se sitúa como una piedra rígida en el paraíso agudo de la muerte. En el reflejo de la podredumbre y se reconoce a sí misma en el pesimismo y la penumbra. Sneers demuestra que es una banda sólida y donde la influencias que pudieran sobresalir en la placa salen sobrando como menciones, ya que han creado un universo hondo que conlleva elementos de todas las épocas. Letras duras y confrontativas, arreglos dispares que empatan a la perfección y atmósferas que crean un círculo casi minimalista pero llevado a un escalafón estruendoso donde la luz se asoma al final de la niebla. La banda, vuelve a renovar su paraíso de tierra y miel, un paraíso sonoro de almas caducas.