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La gente comenzaba a tomar su lugar en las mesas del Stone Rex para conseguir la mejor vista del escenario. Algunos pedían cervezas o algo para comer, mientras otros solo buscaban un lugar más cercano al escenario, lo que es cierto es que cualquier mesa es el mejor lugar de la casa, ya que todas tienen una vista increíble y esto generó un ambiente de intimidad del publico con su artista.
A las 20:30 H el momento había llegado, las luces no se apagaron, pero si se detuvo la música ambiental, todos sabíamos lo que se avecinaba. Edson Velandia bajaba de las escaleras laterales al escenario y todos se emocionaron. Él entraba solo y con su guitarra, no haría falta nada más hasta las últimas canciones de la noche. Listo para interpretar sus coplas, o "rasqas", como él las denomina, tomó su lugar en una de las dos sillas que estaban acomodadas en el escenario y, sin más, el concierto comenzó.
La capacidad que Velandia demuestra para conectar con el público es impresionante, ya que el artista tomaba pequeñas pausas para contar historias o hablar con el público, mientras estos le pedían canciones. Así llegamos a la canción “La Circunstancia”, no sin antes una pequeña historia de Velandia, explicando que el sencillo pertenece a una película colombiana llamada Pariente y antes de comenzar preguntó: “¿Cuántos colombianos hay aquí?”, lo que generó furor dentro del foro, dejando en claro que sus compatriotas eran la gran mayoría del público y los que no, deseábamos ser colombianos para poder disfrutar de la complicidad que el artista demostraba con su audiencia nacional.
Al final de cada canción el artista seguía demostrando su lado más picaresco y agradecía en otros idiomas, hasta que el público le pidió que agradeciera en chino, a lo que este respondió “chino solo lo leo, pero no lo sé pronunciar” desatando risas y aprobación de su público. Así llegamos a dos canciones pertenecientes a su cancionero Cuatro Flechas, “Venezuela” y “Zapatos”, con la primera mandó un saludo de un colombiano, desde suelo mexicano hacia Venezuela y con la segunda seguía haciendo reír al foro.
Las "rasqas" siguieron sonando y pasamos por “Quieto”, con la que más de uno nos sentimos identificados por haber sido víctimas de un robo, seguida por la "rasqa del finaito” o “La muerte de Jaime Garzón”, para dar paso a la integración de Adriana Lizcano al escenario con una voz suave, pero firme, que cautivaría al foro completo.
Desde este punto varias canciones tuvieron una carga simbólica mayor, ya que la gran mayoría estaban inspiradas por diversas luchas sociales. “La Guerrillera”, interpretada por Adriana y dedicada a todas las mujeres que viven y luchan en los montes, abrió paso a un momento de reflexión y de comunión, ya que Velandia explicaba que la siguiente canción la dedicaba al movimiento del paro nacional en Colombia y la audiencia se tomó un momento para mostrar su apoyo con gritos de “¡Viva el paro nacional!” y juntos cantamos “Todo regalao”.
El concierto tuvo su primer intento de cierre, con la intervención de Mario Galeano para hacer bailar a todos al ritmo de “El infiltrao”, pero el publico pedía más y el dueto respondía, cerrando la noche con la interpretación de “¡Madre Patria!”, “Serenauta” y “La nevera”. Sin duda la noche fue una muy disfrutable llena de humor latino y talento.