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Primera escena: turbulencia en el agua impasible provocada por un el motor que no se logra apreciar. Pareciera que algo bulle desde el fondo. Rápidamente aparecen unos ojos, solamente eso. Sus pupilas comienzan a moverse en todas direcciones. No se centran en un punto fijo.
Freddie Quell es un ex marine que ha vuelto a casa. La guerra, la soledad y su adicción al Torpedo Juice lo han dejado enfermo y esquizofrénico. Debe encontrar su lugar en la sociedad y reinstaurarse después de estar tanto tiempo alienado. Pero Quell no quiere, sigue con su adicción a sus licores fuertes y se mueve como una bestia entre la sociedad. Intoxicado y perdido, conoce a Lancaster Dodd, un gurú espiritual que lo toma bajo su brazo dentro de su movimiento “La Causa” a cambio de sus pociones alcohólicas. Quell encuentra en Dodd un guía y da su vida al movimiento, pero su enfermedad no se cura con gurús ni guías. Quell es un hombre de espíritu indomable que busca la tranquilidad.
The Master ofrece a sus espectadores aquello que no muchas cintas logran. Es un film con un discurso propio, fuerte e introspectivo que expone al hombre norteamericano moderno; un principio para este hombre lleno de ansia, dolor, incertidumbre, buscando un camino menos sinuoso que el que es obligado a tomar, que no quiere asentarse, no busca plantar sus raíces ni tener un tótem en sus creencias. Un hombre que quiere huir hacia otros lados a causa de miedo. Un retrato que sirve como explicación a toda esta locura que se vive en nuestra sociedad hoy en día.
Esto lo logra a través de dos grandes pilares en escena: Joaquin Pheonix y Philip Seymour Hoffman, ambos premiados con la Coppa Volpi en La Biennale di Venezia del 2012. Ambos tan diferentes representando las dos caras del hombre moderno. Hoffman busca ser un guía. Un hombre de poder y puntualidad, pero a su vez tangente. Dodd es nuestro lado ambicioso. Pero el protagonista es Quell, a través de quien Pheonix muestra virtud para la arquitectura de un personaje. Un hombre bestial, que se deja guiar por sus instintos más que por la cordura social. Un hombre en busca de algo que no entiende que es, solamente salir corriendo, huir de todo para encontrarse a si mismo. Un hombre enemigo de todo pues es un hombre libre.
La trayectoria del realizador Paul Thomas Anderson es digna de conocerse. Sus películas son obras de autoría de temas variados y poniendo en juerga los valores sociales de los hombres. Con The Master logra una obra que puede ser entretenida, al igual que una obra de reflexión intelectual.