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Las luces se apagan, comienzan a escucharse los primeros acordes de una guitarra y sabes por los gritos del público que ha iniciado un concierto. Mientras tu disfrutas este viaje sonoro, mucha gente detrás trabaja para que el artista suene impecable; Una de esas personas es Samantha Ambrosio que, cuando no está haciendo retumbar tus oídos al ritmo de su banda Cardiel, es la encargada de llevar la experiencia de sonido al siguiente nivel, pero ¿existe el sonido perfecto?
Es difícil explicarlo, algunas ocasiones como que lo sientes y dices ‘ahí suena bien’, y también depende de la banda, no con todas va a ser igual. Por lo general me gusta que haya un sonido ponchado, además tiene que haber un balance de espectro, instrumentos y frecuencias, donde estos no estén chocando entre sí, que cada uno tenga su espacio en el espectro del sonido”.
Para llevar a cabo este proceso que navega entre lo metódico y artesanal, Samantha hace uso de un bagaje amplio de conocimientos, que inicio con su pasión por la música desde muy joven. Luego de comenzar tocando los tambores en las denominadas ‘parranditas’ (grupo de jóvenes que interpretan canciones de corte tradicional), en su natal Valencia en Venezuela; A los 12 años, y tras insistir a sus padres, finalmente se adentra al instrumento que actualmente la acompaña, la batería, y a partir de ahí no se ha detenido: múltiples bandas, proyectos y finalmente darse cuenta que esto era lo que quería hacer el resto de su vida.
Se trata de resistencia y ganas de querer hacerlo, fui muy afortunada de tener el apoyo de mis papás, sé que para muchas mujeres que se quieren dedicar a esto, tal vez no tienen la facilidad, esa guía o ese apoyo, pero definitivamente tienes que insistir, yo creo que, si en realidad te apasiona, dale una oportunidad, insiste hasta que veas a dónde te puede llevar”.
Esta pasión por el sonido la llevó a adentrarse en cada vez más en cómo funcionaba y la importancia de este al momento de grabar un disco, incluyendo todos los procesos que a ello le acompañan. Finalmente, cuando llegó el momento de estudiar una carrera, no lo dudó ni un segundo, quería ser ingeniera de audio; A pesar de que había oportunidades en Caracas, ante la apenas incipiente crisis de su país opto por viajar a la Unión Americana, dónde obtuvo todo el conocimiento necesario que, más tarde, la trajo a nuestro país, dónde ha cimentado una carrera en este ramo y que a la par se ha convertido en una herramienta cuando de tocar se trata.
La conexión con la ingeniería de audio tiene que ver cuando tocas en vivo, de repente te enfrentas que llegas a un sitio, y no hay nadie que te eche la mano con el audio y tú te ves quizá de cierta manera forzada a hacer que las cosas funcionen y pues me llamó mucho la atención”.
En la actualidad a Samantha se le puede encontrar en la consola que acompaña al show Myst en el Foro Total Play, pero también es compañera habitual de Little Jesus, o de su propio proyecto que, pese a los distintos que son todos entre si le han dado una visión amplia del panorama de la industria musical mexicana, un espacio que en su mayoría está conformado por hombres, pero que lejos de ser un impedimento, se convirtió una razón más para probar que no importando el género, si hay conocimiento, las cosas se pueden hacer.
Hace una década éramos menos mujeres, y creo que era poco común, entonces había esa línea de pensamiento pero se trata de no tomártelo personal, no te puedes clavar en ese tipo de dilemas, tú tienes que llegar hacer tu chamba como cualquier otro hombre. Creo que tienes que demostrar también que sabes lo que estás haciendo, que tienes el conocimiento y que, si de repente no sabes algo, porque eso es normal, simplemente preguntas; Pero sí, demostrar que sabes lo que estás haciendo para así ganarte tu puesto”.
Al cuestionarle sobre la calidad de los venues o su percepción de ellos al venir de otro país, opina sin pensarlo que tal vez por venir de un país “dónde no había ni uno” llegar aquí es una bocanada de aire fresco, dónde las bandas tienen la oportunidad de buscar un público y sobresalir. Para ella el ‘detalle’ viene desde una parte ignorada por muchos, pero no por ello menos elemental: los recursos con los que cuenta el lugar.
Muchos dueños se animan a comprar el equipo, pero ¿Qué es lo que pasa que cuando tienes un equipo? hay que darle mantenimiento … Eso es lo que hay que tener en cuenta cuando tienes un venue, debes tenerlo al 100 por que luego pasa que se descompone y no reparan el equipo o comienzan a anexar otras cosas y ya no tiene nada que ver a lo que era originalmente… para mí eso es importante; Ir a un sitio y que suene bien, eso habla bien del lugar porque la gente sabe que va a pasar un buen rato, va a ver a una banda y va a sonar bien".
Y es que parecería que hacer soundcheck o mantener el sonido de un acto en su lugar es una cosa sencilla, pragmática y que cualquiera pudiera hacer. Pero además de estar en constante actualización, debido al rápido avance tecnológico, se requiere paciencia, fuerza física y mental para comprender las necesidades del artista y lograr una comunión laboral que resulta en una experiencia más grande de lo que ambos se imaginan.
“Las bandas tienen que tener un poco de paciencia en ciertos lugares cuando no está en las manos del ingeniero el equipo…Cómo músico lo entiendo, pero tienes que pasarte el switch y ahí, dar lo mejor que puedas, tratar de hacer la situación lo mejor posible, y no caer en culpar al ingeniero, cuando muchas veces ese es el equipo que hay y no te puede dar más, no está en mis manos, tiene que haber un balance…Tratar de tener un poco de calma en ese aspecto y ponerte del otro lado, pero la confianza es fundamental”.
Actualmente Samantha reparte su vida entre la ingeniería de sonido en vivo y lo que ella desea expresar a través de su banda. Considera que (guardando las distancias) es similar a los médicos que constantemente están actualizándose en todos los avances posibles para hacer mejor su trabajo y tomar mejores decisiones.
A las chicas les digo que hay que capacitarse, es importante tener ese conocimiento, para ganarse ese respeto, por más que digan que no se puede... y aunque no lo crean cada vez hay más hombres quitándose ese estigma acerca de nuestro trabajo, se alegran de que cada vez haya más variedad. También es importante que dejemos de segregar (en cuanto a hombres y mujeres) hay que unirnos y trabajar juntos".