7
Ramona Música; Amuseio / 2021
26/May/2021
Otra pelea en el transporte público. Otro camino lleno de sudor, empujones e insultos. Una vez más, la ciudad se mancha de embotellamientos. Asfixiados frente a las puertas del metro, nos preguntamos cuánto tiempo más habrá que seguir esta rutina. Pero, en medio del caos, basta con bajar un poco la mirada para sumergirnos en un mundo de paz, amor y dopamina. Solo hacen falta un par de taps en nuestros celulares para acceder a un universo donde todo es tan perfecto como lo sepamos configurar: las redes sociales.
En Redes Sociales, su cuarto álbum de estudio, Ramona traslada a ocho canciones un poco de este apacible universo, en donde para mostrar amor basta con mover un dedo. Desde los primeros sencillos de este trabajo, el grupo tijuanense daba señales de un alejamiento de la vena psicodélica que ensayó en Párpados (2018) para acercarse al clamoroso mundo de los hits y las canciones románticas. Así lo hizo con sus colaboraciones al lado de Little Jesus, Daniela Spalla y Goyo de Bandalos Chinos.
De esta forma, Redes Sociales pasa por diferentes facetas de este sentimiento edulcorado, casi como el pastiche de una exitosa comedia romántica. Ahí está la alegría de una relación amorosa a punto de iniciar, como en “Nada Que No Quieras Tú”, en colaboración con Daniela Spalla. Pero también encontramos la fatalidad y la obsesión por un cariño interrumpido, tal cual aparece en “Regresarás”, “Se Apaga el Fuego” y —más orientada a las inquietudes de nuestro mundo digital— “Contestarás”.
Para Ramona, la mejor forma de sobrellevar un mundo lleno de estrés y complicaciones, es ver la fotografía de tu persona amada, como lo narra junto a Little Jesus en “Los Esclavos”. Pero también es consciente de que el incesante flujo de imágenes y el ritmo actual de nuestras vidas nos rebasa en algún momento; por ello, cierra convenientemente el álbum con “Sal A Caminar”, una balada que nos invita, finalmente, a la desconexión.
Redes Sociales no parece el sucesor de Párpados, un álbum más volcado a la exploración instrumental con tintes psicodélicos. Más bien, luce como una bifurcación pop y radio friendly de los momentos más cursis en Cérès (2017). Es notoria la destreza para los arreglos que Ramona ha logrado después de tres álbumes, pero es casi ausente la complejidad narrativa de su trabajo anterior.
Aunque Redes Sociales es un álbum divertido, jovial, dulce y optimista, corre el riesgo de perderse entre la discografía de Ramona. Para los escuchas, quedará como una recopilación de instantáneas sobre el amor, que nunca sobran para endulzar nuestras playlist. Para el grupo, es la respuesta a la pregunta obligada: ¿quiere continuar una exploración más íntima o comenzar a cantarle al gran público? Parece que eligió la segunda. Pero con el harto talento del que dispone, seguro le irá de maravilla.
8
Hyperdub / 2021
26/May/2021
Fatima Al Qadiri, ha pasado toda su vida como una gitana, aunque ha durante los últimos años ha encontrado un hogar entre Estados Unidos y Kuwait, este último lugar ha servido como punta de lanza para encontrar su identidad. Su anterior trabajo Shaneera, era un EP cargado de energía y potencia en el que la pista de baile era la protagonista. Las cosas han cambiado, la búsqueda es la misma, pero ahora el leiv motiv es la introspección. Así que la nueva entrega para Hyperdub, lleva por nombre Medieval Femme. La obra en conjunto es un contraste que sorprende, pero que al mismo tiempo es esperado, en una carrera tan variopinta como la de productora, con la peculiaridad de siempre, de tener ese toque único dentro de su catálogo.
El trabajo, que está inspirado en diversas poetas árabes que la productora encontró en una antología mientras se encontraba en Kuwait en 2019, es en conjunto un paisaje sonoro que convierte la música en mantras, dónde hay experimentos sonoros no tan extrovertidos como en aventuras pasadas, pero si con la potencia necesaria para el escucha los note. El disco que se compuso en las madrugadas y termino siendo trabajado durante inicios de la pandemia el año pasado. En el se navega en la electrónica más pura, pero también en el ambient, y es gracias a sus pequeños samplers de instrumentos árabes que encuentra su propia identidad.
Entre los poetas que son inspiración para este álbum, la principal es Al-Khansa, una poeta en la que encontró inspiración Al Qadiri y que aquí usa como excusa para crear canciones cargadas de mucha sensualidad que también revindican poder, pero que acompañan y no quitan protagonismo a la música. Sin ser un disco vocal, las intervenciones hechas aquí están para crear trances sonoros, que para quienes se acerquen por primera vez al trabajo de la artista, podrían llevarse una grata sorpresa.
El tema inicial que da nombre al disco, repite su título una y otra vez, acompañada de una cama electrónica llena de profundidad, para dar forma a lo que estas a punto de escuchar. “Sheba” continúa con la misma senda, pero aquí se le añaden ciertas percusiones que funcionan más como “mini samplers” para dar pequeños destellos de movimiento. “Vanity” está llena de distorsión vocal, y lo que comienza como algo oscuro, termina por ser un tema cargado de atracción y deseo, gracias a su cambio de registro. El punto más alto de la placa, es la instrumental “Stolen Kiss of a Succubus”, un mantra que va creciendo poco a poco gracias a sus detalles sonoros, desde los sutiles metales hasta la sección de vientos, el tema funciona porque, aunque el paisaje es el mismo, suceden cosas distintas conforme avanza el tema.
Si extrañas a Fátima mucho más bailable hay ciertos guiños (no confundir con la pista de baile) en el dúo, "Golden" - "Qasmuna (Dreaming)" la primera una oda al brillo bañada de sintetizadores etéreos mientras se repite una y otra vez la voz de Al Qadiri. Mientras que la segunda, es una oda a soñar con algo o con alguien, no importa la causa si no la acción, que se reafirma a través de la constante repetición de la frase. El álbum cierra con “Malaak” una pieza instrumental sutil e íntima, dando la puerta necesaria para escuchar este disco una vez más, pues su duración sobrepasa apenas los 30 minutos. Fátima continúa dando pinceladas de lo que la electrónica y su universo pueden ofrecer, mostrando que es posible encontrar la identidad de un lugar y su gente a través de la artificialidad de los beats. Es difícil saber cómo esto va a encajar en su acto en vivo, pero como obra individual, este disco prueba que si bien es fácil encasillar a los artistas con un sonido y estilo, para la músico y productora esto está lejos de suceder.
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Avisos