Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Cuando pensamos en Robert Smith, la primera imagen que nos llega de él es su permanente estilo: un lápiz de labial rojo, una tez pálida, atuendos oscuros amplios y su cabello hecho un nido de pájaro. Es tal vez en este nido donde se vio nacer el más grande grupo musical que nos sigue endulzando lo más profundo de nuestra amígdala: The Cure.
A Smith le debemos la música y todo lo que pudimos apreciar en este tránsito musical que existió dentro de Inglaterra, pero también le debemos la melancólica gótica que cargan sus letras al expresar lo más escondidos sentimientos que nos atraviesan: Smith sigue siendo ese escapista que nunca parece tener fin.
Ver esta publicación en Instagram
Hace poco conocimos la colaboración con Gorillaz, el grupo virtual de Damon Albarn, en la canción “Strange Timez” para el reciente disco de la agrupación. Y todo el confinamiento le ha permitido avanzar con ideas sin elaborar como un nuevo álbum de The Cure y su álbum solista en una reciente entrevista con la BBC 6 Music.
Pero esto no es todo, en tiempo atrás lo vimos colaborando con grandes artistas como Siouxsie and the Banshees y The Glove —siendo este último con el bajista de los Banshees—. También, tuvo la oportunidad de tocar junto al legendario David Bowie, quien siempre fue de su admiración, para los 50 años del Starman desde el Madison Square Garden a finales de los años 90’s.
Robert Smith tomó las influencias de sus más aclamados artistas para elaborar su propia imagen: una efigie mezclada de maestros como Jimi Hendrix quien sembró en él la devoción y dedicación a la música. Y asimismo, Smith ha inspirado a miles artistas alrededor quienes han logrado esculpir su silueta al mejor Edward Scissorhands de Burton.
En un día como hoy sólo tenemos palabras de agradecimiento a los testamentos hechos álbumes —Pornography y Disintegration— los cuales no sólo abrieron las puertas a su éxito internacional sino que marcan la frecuencia que ha tenido The Cure a través de los años: la misma escena única que le dio Smith y que permearán latentes en el tiempo.