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Alabado sea el hardcore y alabada esa noche que quedará en la memoria de varios asistentes acerca de cómo debe ser un concierto de punk y garage en esta ciudad. Ceremony desde California, más un variado soporte de actos nacionales, entre los que destacaron Nazareno el Violento, Depths y SankinPankin, lograron convocar un considerable quorum de no sólo bigotones con gorras Volcom y playeras de Converse, sino a uno que otro incauto que se vio en medio de un moshpit donde además de puñetazos, volaron zapatos durante todo el concierto.
Empezadas las 9 pm, la larga noche de hard core y punk le dio la bienvenida al público en uno de los foros más importantes y subterráneos de la ciudad: La Faena. Con su parafernalia a la tauromaquia es meca de la cultura psychobilly en México ya que no sólo actos locales como Los Enterradores, Los Pardos y Los Desenfrenados se han presentado más veces de las que ellos mismos pueden contar, sino importantes actos internacionales del genero como Komety, Frantic Flinstones, Phantom Rockers y los Sick Sick Sinners han consagrado al lugar cómo un verdadero foro alternativo durante casi una década.
Ceremony, con cuatro álbumes bajo el brazo, se encuentra en un momento de su carrera donde ha evolucionado dejando atrás las crudas y veloces canciones de treinta segundos que en algún momento la posicionaron como una de las más feroces bandas del hardcore en California, el show fue más allá del típico brinca y reviéntate el hocico hasta que el cuerpo aguante. Durante una hora, aproximadamente, la banda liderada por Ross Farrar interpretó por lo menos un tema de toda la discografía de la banda, las frenéticas "I Want to Put This To An End", "Violence" y "He-God-Has Favored Our Undertakings" más temas recientes y orientados al garage como "The Doldrums (Friendly City)", "Adult" y "Hotel", con una intensidad y precisión que no dejaron decaer el ambiente de patadas y golpes que había congregado la banda.
Por la misma naturaleza del concierto no podía faltar el momento en que la ola de asistentes voladores desconectara o rompiera algo, pero sin parar un sólo segundo, la banda dio un concierto donde jamás se comprometió la euforia y sudor que se respiraba en la pista. Intercambiando pocas palabras con la gente, canción tras canción dejaron ver un circle pit durante "Terminal Addiction" y "The Difference Between Looking and Seeing" que siguió hasta que todos terminaron en el piso entre risas y pisotones. Cerrando con "Kersed" de su primer EP, Ceremony se despidió de nuestro país y dio por terminada su gira bajándose a saludar y a convivir con los asistentes (como es tradición en ese tipo de conciertos): autografiando discos, agradeciendo y sobre todo dejando la puerta abierta para los conciertos de punk y hardcore.